El AC Milan se clasificó este martes a semifinales de la Liga de Campeones merced a su empate 1-1 en el estadio Diego Maradona de Nápoles, haciendo buena la victoria por la mínima (1-0) lograda en la ida en San Siro.
El conjunto ‘Rossonero’, cuyo gol fue obra del delantero francés Olivier Giroud (43), eliminó al sólido líder de la Serie A, que empató en los estertores del partido por medio de Victor Osimhen (90+3), y disputará sus primeras semifinales de la máxima competición europea desde el año 2007, edición en la que conquistó la última de sus siete ‘Orejonas’.
Su rival en ‘semis’ saldrá del duelo del miércoles entre Inter y Benfica, con ventaja de 2-0 para los italianos tras la ida disputada en Lisboa.
Cuarto en el campeonato italiano, el conjunto lombardo dirigido por Stefano Pioli regresa así a la élite del fútbol europeo por la puerta grande, mientras que Nápoles deberá seguir esperando para alcanzar por vez primera la antesala de la final de la Champions.
– Redención de Giroud –
En un estadio Diego Maradona vestido de gala y con la paz ya sellada entre el club del sur de Italia y sus aficionados más radicales, que acusaban al club de excesiva mercantilización, el Nápoles, obligado por su desventaja en la eliminatoria y contagiado por un ambiente volcánico en las gradas, salió con un punto más de ambición que su rival milanés.
El primer aviso llegó a balón parado, con un libre directo de Mario Rui que la barrera desvió lo justo para que el balón se fuese a córner.
Los locales estaban volcados en busca de igualar la balanza y en el minuto seis ya llevaban tres córners a favor.
Kvicha Kvaratskhelia quiso ser protagonista con un disparo raso e inocente que detuvo con solvencia el arquero internacional francés Mike Maignan, uno de los héroes de su equipo en el duelo de ida.
Sendas ocasiones de Matteo Politano parecían servir de preludio al gol local, pero cuando en el minuto 21 el Milan realizó su primera ocasión en el área rival, el defensor Mario Rui trabó la zancadilla dentro del área a Rafael Leao. Giroud falló desde los once metros ante un Alex Meret que le adivinó la intención (22).
La mala suerte se cebó además con el Nápoles en forma de sendas lesiones consecutivas, de Politano, que dejó su sitio al mexicano Hirving Lozano, y de Mario Rui, reemplazado por el uruguayo Mathías Olivera.
En una intensa recta final de la primera mitad, el ‘Chucky’ Lozano reclamó un penal que el VAR no consideró como tal en el primer balón que llegó a sus pies.
Y si Giroud pareció haber quedado marcado por el fallo en el penal, el partido le dio una segunda oportunidad para congraciarse consigo mismo al anotar el 1-0 en el minuto 43. Aunque medio gol fue obra de Leao, quien recuperó un balón cerca de su área, cabalgó unos 70 metros sin que ningún rival le arrebatase el balón, y cedió para el veterano delantero galo, que no perdonó desde el corazón del área.
– Gol demasiado tardío –
Un gol que dejaba herido de gravedad al Nápoles, que necesitaba dos goles para igualar la eliminatoria ante un conjunto ‘Rossonero’ que llegaba sin recibir un solo gol en sus cinco últimos choques de Champions.
Además, los locales vieron cómo le era anulado un gol a su delantero nigeriano Victor Osimhen en los estertores del primer acto por mano clara.
Kvaratskhelia, que estuvo a punto de meter a los suyos en la eliminatoria con un disparo escorado buscando la escuadra en el primer minuto del segundo acto, enterró definitivamente las ilusiones locales al fallar un nuevo penal ante un estelar Maignan (82).
El partido languidecía sin mayores incidencias mientras las gradas iban despoblándose, hasta que Osimhen marcó de cabeza desde el corazón del área con tres minutos de tiempo añadido. Pero sin tiempo para otro gol que hubiese llevado el partido a la prórroga.
Al Nápoles le queda el consuelo de un ‘Scudetto’ que ya acaricia con los dedos. El AC Milan se ha ganado el derecho a seguir soñando en Europa.