La Federación Española de Fútbol (RFEF) anunció que 15 jugadoras de la selección absoluta femenina renuncian a seguir en el equipo nacional debido a que no comparten los métodos del técnico Jorge Vilda.
“Manifiestan que la actual situación generada les afecta ‘de forma importante’ en su ‘estado emocional’ y en su ‘salud’ y que, ‘mientras no se revierta’, renuncian a la selección nacional de España”, señaló la federación en un comunicado.
“La RFEF no va a permitir que las jugadoras cuestionen la continuidad del seleccionador nacional y de su cuerpo técnico, pues tomar esas decisiones no entra dentro de sus competencias”, añadió.
En la última convocatoria del equipo femenino español, a principios de septiembre, las capitanas Irene Paredes, Patri Guijarro y Jenni Hermoso explicaron a los responsables de la federación que no estaban de acuerdo con la forma de trabajar de Vilda, considerando que no es el entrenador idóneo para pelear por los títulos.
Las capitanas comparecieron ante los medios y reconocieron un “malestar general” con Vilda, aunque negaron haber pedido su dimisión.
Vilda, por su parte, también habló en rueda de prensa: “Tengo un sentimiento de decepción y estoy dolido por la forma de proceder. Lo que pasa en el vestuario se tiene que quedar en el vestuario. Soy una persona dialogante y siempre estoy dispuesto a hablar”.
Unos 20 días después, la federacón subrayó haber recibido “15 correos electrónicos de 15 jugadoras de la selección absoluta femenina de fútbol, casualmente todos con la misma redacción”, sin especificar los nombres de las implicadas.
“De acuerdo con la legislación española vigente, no acudir a una llamada de la selección es calificado como una infracción muy grave y puede acarrear sanciones de entre dos y cinco años de inhabilitación”, continuó la RFEF.
“Las futbolistas que han presentado su renuncia únicamente regresarán en un futuro a la disciplina de la selección si asumen su error y piden perdón”, concluyó.