Operarios de distintas rutas del transporte interurbano realizaron una protesta, al declararse con incapacidad de poder pagar el delito de extorsión a distintas bandas y pandillas dedicadas a ese ilícito que hace tanto daño a ese rubro en la capital y otras regiones del país.
Las protestas las encabezaron motoristas y ayudantes de rutas de transportes que desde la capital viajan al oriente del país y que tienen la terminal en el mercado Jacaleapa, de Tegucigalpa.
La mayoría de los empleados del rubro expresaron ayer que incluso no pueden ni denunciar a las autoridades ese flagelo, por el mismo temor a morir tiroteados por los extorsionistas que a diario los acosan y amenazan a muerte.
Uno de los manifestantes indicó que el pago de la “renta” o mal llamado “impuesto de guerra” es insostenible, ya que deben pagarles a varios grupos delictivos. De esta forma, los transportistas esta semana optaron por no prestar el servicio público.
Entre las rutas involucradas están las de San Antonio de Oriente, Zamorano, Güinope, Morocelí, Teupasenti, Ojo de Agua, Villa de San Francisco, de Francisco Morazán y el departamento de El Paraíso.
Con pancartas y en mensajes a medios de comunicación demandaron mayor seguridad y que se garantice su vida mientras prestan el servicio de transporte. Hasta ayer por la tarde se desconocía cuándo se restablecerá el servicio.