Rusia afirmó el lunes que bombardeó zonas reconquistadas por Ucrania en el este, y avisó de que su ofensiva militar continuará hasta lograr sus objetivos.
Las fuerzas rusas se vieron obligadas a replegarse en varias zonas de la región de Járkov (este), sobre todo en las ciudades claves de Kupiansk e Izium, ante la contraofensiva del ejército de Kiev.
Tras esta retirada, la aviación y la artillería estaban “llevando a cabo ataques de precisión contra unidades y reservas de las fuerzas armadas ucranianas”, declaró el lunes el portavoz del ministerio ruso de Defensa, Igor Konashenkov.
“En las zonas de las localidades de Kupiansk y de Izium, combatientes y equipamientos de la formación nacionalista ‘Kraken’, de la 113ª brigada de defensa territorial y de la 93ª brigada mecanizada fueron alcanzados”, precisó, añadiendo que 250 militares ucranianos habían muerto.
El ministerio ruso también declaró que se habían bombardeado varios objetivos en la región de Jersón, más al sur, donde las fuerzas de Kiev lanzaron otra contraofensiva.
Por el momento, estas afirmaciones no pudieron ser verificadas con una fuente independiente.
Pese al revés que supone la retirada de las fuerzas rusas en la región de Járkov, la ofensiva en Ucrania “prosigue, y continuará hasta que se alcancen los objetivos inicialmente fijados”, indicó a la prensa el portavoz del Kremlin, Dmitri Peskov, añadiendo que no ve perspectivas de negociaciones entre Moscú y Kiev.