La hondureña Lissette del Cid Fernández de Asfura, originaria del departamento de Intibucá, se prepara para asumir un papel más visible en la vida pública tras la elección de su esposo, Nasry “Tito” Asfura, como presidente de Honduras para el período 2026-2030.
Del Cid contrajo matrimonio con Asfura el 24 de agosto de 1985, y juntos han formado una familia sólida con tres hijas: Monique, Stephanie y Alexandra, además de tres nietas.
A lo largo de cuatro décadas, ha sido un pilar fundamental en la vida del político nacionalista, acompañándolo en sus campañas y en su gestión como alcalde del Distrito Central.

Conocida por mantener un perfil bajo y discreto, Lissette ha centrado su vida en los valores familiares y en el apoyo constante a su esposo.
Aunque evita el protagonismo mediático, ha participado en actividades sociales y comunitarias, especialmente en proyectos de ayuda humanitaria y bienestar social en Tegucigalpa y otras zonas del país.
En entrevistas recientes, Asfura ha destacado que su esposa ha sido clave en su trayectoria, recordando que se conocieron el 24 de noviembre de 1984, fecha que marcó el inicio de una relación que ha trascendido el ámbito privado.
De cara a su nuevo rol como primera dama de Honduras, se espera que Lissette del Cid continúe impulsando iniciativas de carácter social, enfocadas en la niñez y la familia, siguiendo la línea de discreción y compromiso que la ha caracterizado. Su figura representa un contraste con la exposición pública de su esposo, consolidando la imagen de una familia que ha sabido equilibrar la política con la vida privada.