Un hecho violento estremeció nuevamente a la capital hondureña: cuatro miembros de una misma familia fueron asesinados dentro de su vivienda en la Residencial Centroamérica Oeste, en un crimen que las autoridades califican como planificado y de extrema saña.
Las víctimas fueron identificadas como Cristopher Daniel Valle León (13), Ginger Tatiana Lazo León (31), María de la Cruz León Alvarado (54) y Leonardo Josué Vigil León (24).
Según sus parientes y vecinos, se trataba de comerciantes trabajadores que se dedicaban a la venta de plátanos en el mercado Zonal Belén de Comayagüela.
“Eran personas honestas y luchadoras, madrugaban cada día para ganarse la vida”, relató un familiar que pidió justicia.
El hallazgo ocurrió el jueves por la noche, cuando la novia de Leonardo Josué llegó a la vivienda tras varios días sin recibir respuesta a sus llamadas.

En el interior encontró la escena dantesca: tres de las víctimas habían sido ejecutadas a disparos, mientras que la matriarca, María de la Cruz, fue ultimada con arma blanca, quedando el objeto incrustado en su cuello.
De acuerdo con el informe preliminar de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI), el crimen habría ocurrido desde el martes anterior. Las pesquisas apuntan a enemistades personales con un allegado, descartando vínculos con pandillas o crimen organizado. Se reveló además que uno de los menores acababa de regresar de Estados Unidos, lo que aumenta la consternación de la comunidad.
Agentes policiales acordonaron el área y comenzaron la revisión de cámaras de seguridad para identificar a los responsables.
El director de la Policía Nacional, Juan Manuel Aguilar Godoy, calificó el hecho como “una escena dantesca” y aseguró que se investigan todas las hipótesis.
Vecinos expresaron temor y tristeza, pues la colonia era considerada relativamente tranquila.
El país, una vez más, se ve sacudido por un múltiple homicidio que enluta a una familia trabajadora y deja en evidencia la urgencia de fortalecer la seguridad ciudadana.