El próximo sábado 6 de diciembre, el Inter Miami de Lionel Messi recibirá al Vancouver Whitecaps de Thomas Müller en el Chase Stadium de Fort Lauderdale, en la gran final de la MLS Cup 2025. Será la primera vez que ambas franquicias disputen el título de liga, y el duelo ha despertado una expectativa comparable a la de un Super Bowl.
Messi llega a esta cita tras liderar a Inter Miami en la conquista de la Conferencia Este, eliminando a New York City FC en la final. Por su parte, Müller fue clave en la sorprendente campaña de los Whitecaps, que se coronaron campeones del Oeste tras superar a San Diego FC.
La narrativa de esta final está marcada por la histórica rivalidad entre Messi y Müller, iniciada en 2010 cuando el Bayern Múnich del alemán goleó al Barcelona en Champions League.
Müller, de 36 años, ha sido protagonista en varias de las derrotas más dolorosas del astro argentino, incluida la final del Mundial de Brasil 2014, donde Alemania venció a Argentina con gol de Mario Götze.
Ahora, en territorio norteamericano, ambos se reencuentran en un escenario distinto pero con la misma tensión competitiva.
Para Messi, levantar la MLS Cup significaría añadir un nuevo trofeo a su palmarés y consolidar su impacto en el fútbol estadounidense. Para Müller, sería la oportunidad de reafirmar su papel como “bestia negra” del argentino y cerrar su carrera con un título internacional en un continente nuevo.
El partido, que se disputará a duelo único, promete ser uno de los más atractivos en la historia de la MLS, con transmisión global a través de Apple TV y FOX Deportes. La afición espera un choque de estilos, legado y emociones que marcará un antes y un después en el fútbol norteamericano.