La ciudad palestina de Belén, ubicada en el sur de Cisjordania, se prepara para celebrar la Navidad 2025 con actos públicos por primera vez en dos años, tras la suspensión de actividades festivas debido al conflicto entre Israel y Hamás que estalló en octubre de 2023. El evento más simbólico será el encendido del árbol de Navidad frente a la histórica Basílica de La Natividad, construida sobre la gruta donde, según la tradición cristiana, nació Jesús de Nazaret.
Desde los ataques del 7 de octubre de 2023 y la posterior ofensiva israelí en la Franja de Gaza, que según fuentes palestinas ha dejado cerca de 70,000 muertos, Belén había suspendido sus celebraciones como gesto de luto y solidaridad con las víctimas del conflicto. Este año, sin embargo, las autoridades locales han decidido retomar las festividades con un enfoque de esperanza y resistencia cultural.

El programa navideño comenzará el 29 de noviembre, con la llegada de delegaciones religiosas y culturales, seguido por conciertos, procesiones y actividades comunitarias. Las calles del casco antiguo ya lucen adornos navideños, y se espera la participación de miles de visitantes, tanto locales como internacionales.
El alcalde de Belén, Hanna Hanania, declaró que estas celebraciones son “una afirmación de vida frente a la adversidad” y que el pueblo palestino “no dejará que la guerra apague su luz espiritual”. La comunidad cristiana local, que representa una minoría en la región, ha recibido el respaldo de organizaciones internacionales para garantizar la seguridad y el desarrollo de los eventos.
La reactivación de las festividades navideñas en Belén no solo tiene un valor religioso, sino también político y cultural, al reafirmar la identidad palestina en medio de una prolongada ocupación y crisis humanitaria.