LA LIMA. – La tensión por las invasiones de tierras en el Valle de Sula continúa en aumento. En las últimas horas, grupos de personas se han instalado en terrenos sembrados con palma africana desde la zona de Los Copenes hacia Nueva San Juan (NSJ), en el municipio de La Lima, Cortés.
Según reportes locales, los invasores incluso han cruzado el río Ulúa, extendiendo su ocupación hacia el sector de Naranjo Chino, lo que ha generado alarma entre productores y comunidades vecinas.
De acuerdo con datos del Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep), el 80% de las tierras invadidas en Honduras corresponden a cultivos de palma africana, un rubro que se ubica entre los tres principales generadores de divisas del país, junto al café y el banano.
Se estima que más de 30 mil manzanas de tierra están actualmente bajo ocupación irregular, provocando pérdidas millonarias y el despido de trabajadores.
Representantes del sector palmero advirtieron que las invasiones generan un retroceso en la producción y fomentan la migración hacia Estados Unidos.
La problemática no es nueva.

En febrero de 2024, sindicatos denunciaron que las invasiones de fincas de palma africana eran “imparables”, con pérdidas diarias superiores a 70 millones de lempiras.
A pesar de algunos desalojos en fincas bananeras, las plantaciones de palma siguen siendo blanco de ocupaciones.
Además del impacto económico, la expansión de invasores hacia zonas ribereñas del Ulúa incrementa el riesgo de conflictos sociales y daños ambientales.
En junio de 2025, productores de El Progreso reportaron graves inundaciones en sus cultivos de palma africana debido a la ruptura de bordos del río, lo que evidenció la vulnerabilidad de estas tierras.
Productores y vecinos de La Lima piden la intervención de las autoridades para frenar el avance de las invasiones y garantizar la seguridad jurídica de las tierras. La situación en Naranjo Chino y NSJ refleja un problema nacional que, de no atenderse, podría comprometer uno de los sectores agrícolas más importantes de Honduras.