EE. UU.: Plan para Ucrania no es definitivo

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El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, declaró que su propuesta para poner fin a la guerra en Ucrania no debe interpretarse como una oferta final, y aseguró que espera que, “de una forma u otra”, los combates cesen en los próximos meses.

Sus declaraciones se produjeron durante una conferencia de prensa en Washington, donde fue consultado sobre los 28 puntos de su iniciativa, que incluyen concesiones territoriales por parte de Kiev, la reducción del tamaño de las fuerzas armadas ucranianas y el compromiso de no ingresar en la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN).

Al ser preguntado directamente si ese documento representaba su “última palabra” hacia Ucrania, Trump respondió con un rotundo “No”, dejando abierta la posibilidad de modificaciones o negociaciones adicionales. “Estamos trabajando en un marco que pueda ser aceptable para ambas partes. Lo importante es detener la violencia y salvar vidas”, añadió.

El plan ha generado intensas reacciones tanto en Europa como en Estados Unidos. Mientras algunos sectores lo consideran una vía pragmática para frenar un conflicto que ya supera los tres años, críticos advierten que aceptar la cesión de territorios equivaldría a legitimar la invasión rusa y socavar el derecho internacional. Funcionarios ucranianos, por su parte, reiteraron que no aceptarán ninguna propuesta que implique renunciar a su soberanía o limitar su capacidad defensiva.

Analistas señalan que la postura de Trump busca proyectar liderazgo en un escenario internacional marcado por la incertidumbre, pero también enfrenta el desafío de convencer a aliados de la OTAN, muchos de los cuales han expresado reservas sobre cualquier acuerdo que debilite a Ucrania.

En paralelo, diplomáticos europeos insisten en que cualquier negociación debe incluir garantías de seguridad duraderas y un mecanismo de supervisión internacional. La comunidad internacional observa con cautela, consciente de que las decisiones que se tomen en los próximos meses podrían redefinir el equilibrio geopolítico en Europa del Este.

Con su afirmación de que el plan no es definitivo, Trump deja abierta la puerta a nuevas rondas de diálogo, aunque el desenlace sigue siendo incierto.