El jefe del Comando Sur de Estados Unidos, almirante Alvin Holsey, confirmó el ingreso del portaaviones USS Gerald R. Ford, el más grande y avanzado del Pentágono, a aguas del Caribe. La operación, denominada “Southern Spear” (Lanza del Sur), busca “combatir las amenazas transnacionales” y se produce en un contexto de creciente disputa diplomática y militar con el gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela.
Holsey aseguró que “a través de un firme compromiso y el uso preciso de nuestras potencias, estamos listos para combatir las amenazas transnacionales que buscan desestabilizar nuestra región”. El despliegue responde a órdenes del secretario de Defensa estadounidense, Pete Hegseth, y a las directrices del presidente Donald Trump, quien ha insistido en desmantelar organizaciones criminales transnacionales y contrarrestar a grupos narcoterroristas.

El USS Gerald R. Ford, considerado la plataforma de combate más poderosa y letal del mundo, lidera un grupo de ataque acompañado por la Unidad Expedicionaria 22 a bordo del USS Iwo Jima. Según reportes militares, la misión incluye operaciones conjuntas de interdicción marítima, vigilancia aérea y apoyo logístico en el área del Caribe, donde Estados Unidos ha intensificado su presencia en los últimos meses.
La llegada del portaaviones coincide con un momento de alta tensión entre Washington y Caracas. El gobierno de Maduro ha denunciado que estas maniobras representan una “provocación militar” y un intento de intimidación en la región. Por su parte, el Comando Sur sostiene que la operación busca garantizar la seguridad regional y frenar el tráfico de drogas, armas y personas que afecta directamente a Estados Unidos y sus aliados.
El despliegue del USS Gerald R. Ford marca uno de los movimientos más significativos de la Marina estadounidense en el Caribe en los últimos años. Analistas advierten que la presencia del portaaviones no solo tiene un objetivo militar, sino también político: enviar un mensaje de fuerza y disuasión en medio de la crisis diplomática con Venezuela y el avance de organizaciones criminales transnacionales en la región.