La delantera croata Ana María Marković, internacional con la selección de Croacia y actual jugadora del Sporting Clube de Braga en Portugal, ha vuelto a ser noticia no por sus goles, sino por sus palabras.
En una reciente entrevista y a través de sus redes sociales, la futbolista de 24 años confesó entre lágrimas que el apodo de “la jugadora más hermosa del mundo” le ha traído más angustias que beneficios.
“Quiero que hablen de mi juego, no solo de mi cara. Solo soy conocida y admirada por mi belleza, pero nadie habla de lo que hago en el campo”, expresó Marković, visiblemente afectada.

La delantera, que suma más de 4,5 millones de seguidores en redes sociales, ha sido blanco constante de comentarios superficiales que, según ella, opacan su rendimiento deportivo.
Marković fue fichada por el Braga en 2024 tras destacar en el Grasshopper Club Zürich de Suiza. Su llegada a la liga portuguesa generó una gran expectativa mediática, pero también una presión desmedida.
“A veces simplemente odio el fútbol”, confesó en un video publicado en TikTok, donde también se despidió de su pareja, el futbolista Tomás Ribeiro, quien fue transferido al Farense.

La futbolista ha denunciado en varias ocasiones que su imagen ha sido utilizada sin consentimiento por medios y marcas, y que ha recibido propuestas ofensivas que nada tienen que ver con el deporte. “No quiero ser un objeto decorativo. Entreno todos los días, lucho por mi lugar en la cancha y merezco respeto como profesional”, afirmó.
Su testimonio ha generado una ola de apoyo entre colegas y aficionados, reabriendo el debate sobre el machismo y la cosificación en el fútbol femenino. Marković, lejos de rendirse, ha prometido seguir luchando: “No dejaré que me definan por mi apariencia. Soy futbolista, y eso es lo que importa”.