Una familia originaria de Talanga, Francisco Morazán, denunció públicamente al Hospital General San Felipe de Tegucigalpa por presunta negligencia médica, luego de que María Armijo, una joven madre de 24 años, sufriera complicaciones graves tras una cesárea practicada en ese centro asistencial.
Según relató su hermana Maryoris Armijo, María fue ingresada el miércoles 30 de octubre para dar a luz mediante una cesárea programada. Fue dada de alta el domingo 3 de noviembre, pero horas después presentó un deterioro alarmante en su salud.
“Se puso muy mal, la llevamos de nuevo al San Felipe y nos remitieron al Hospital Escuela. Según los médicos del HE, le dañaron un órgano durante la intervención. Mi hermana casi se me muere”, denunció entre lágrimas.
La familia asegura que intentó obtener explicaciones del personal del Hospital San Felipe, pero no recibió respuesta.
“Me cortaban las llamadas, no me contestaron los mensajes, hasta apagaron el celular”, agregó Maryoris, quien agradeció que su hermana siga con vida, aunque permanece en estado delicado.
Este caso se da en un contexto preocupante: desde inicios de año, el Hospital San Felipe ha enfrentado serias deficiencias en su equipo de esterilización, lo que ha obligado a suspender cirugías y cesáreas en varias ocasiones.
El sindicato del hospital ha denunciado que las máquinas actuales son obsoletas y que el nuevo equipo adquirido permanece bajo custodia judicial por una demanda pendiente.
Organizaciones defensoras de derechos humanos han exigido una investigación inmediata y transparente.
La Secretaría de Salud aún no ha emitido un pronunciamiento oficial sobre el caso.