China concluye las mayores maniobras militares de su historia en torno a Taiwán, una airada respuesta a la visita de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos a la isla, que llevó los vínculos bilaterales a su punto más bajo en años.
En respuesta a la visita de Nancy Pelosi, la segunda en la línea de sucesión presidencial, China suspendió su cooperación con Estados Unidos en varios ámbitos clave, incluyendo la lucha contra el cambio climático y cuestiones de defensa.
También desplegó aviones de combate, buques de guerra y misiles balísticos alrededor de Taiwán, lo que los analistas consideran como un simulacro de bloqueo y de invasión de la isla.
Se prevé que las maniobras concluyan este domingo, aunque Pekín anunció ya nuevas maniobras en el mar Amarillo, situado entre China y la península de Corea, hasta el 15 de agosto.
El ministerio de Transportes de Taiwán dijo que seis de las siete “zonas de peligro temporal” que China advirtió a las aerolíneas que debían evitar volvieron a la normalidad, lo que indica la proximidad del fin de los ejercicios.
Se deberá seguir evitando la séptima zona, en la costa este de Taiwán, hasta el lunes a las 10H00 (02H00 GMT), añadió el ministerio.
– “Simular ataques a la isla” –
El domingo, China llevó a cabo “ejercicios prácticos conjuntos en el mar y el espacio aéreo que rodea la isla de Taiwán, tal y como estaba previsto”, indicó el ejército chino.
Estos ejercicios tenían como objetivo “probar la potencia de fuego conjunta en tierra y las capacidades de ataque aéreo de largo alcance”, añadió.
El ministerio de Defensa de Taiwán confirmó que China había enviado “aviones, buques y drones” alrededor del estrecho de Taiwán, “simulando ataques a la isla principal de Taiwán”.
El ministerio detectó 66 aviones y 14 buques en el estrecho que separa China continental de la isla, incluido 22 que cruzaron la línea media, que divide este espacio marítimo en dos.
China no reconoce esta línea, que fue trazada unilateralmente por Estados Unidos durante la Guerra Fría.
Además, un dron chino sobrevoló también la isla de Kinmen, a unos diez kilómetros de la ciudad china de Xiamen, lo que obligó al ejército taiwanés a lanzar bengalas, según las autoridades locales.
Taiwán dijo que movilizó un “sistema conjunto de vigilancia y reconocimiento de inteligencia para vigilar de cerca la situación del enemigo”, además de enviar aviones y barcos.
Su Tseng-chang, primer ministro de Taiwán, dijo que China está “utilizando de forma bárbara la acción militar” para perturbar la paz en el estrecho de Taiwán.
La cancillería de Taiwán estimó por su parte que estas maniobras son una “amenaza para la región y el mundo”.
– Advertencia –
Para mostrar qué tan cerca estuvo de las costas de Taiwán, el ejército chino publicó un video de la costa y las montañas de la isla filmado por un piloto.
También divulgó una foto que asegura fue tomada desde uno de sus buques militares que patrullaba cerca de Taiwán y en la que se ve a lo lejos la costa de la isla.
Taiwán se ha mantenido firme durante las maniobras chinas y dijo que no se dejará intimidar por su “malvado vecino”.
Pero los expertos advierten que los ejercicios revelan que el ejército chino es cada vez más capaz de llevar a cabo un duro bloqueo de la isla autogobernada, así como de obstruir la llegada de fuerzas estadounidenses.
“En algunas áreas, sus capacidades podrían incluso superar las capacidades de Estados Unidos”, dijo a la AFP Grant Newsham, investigador del Foro Japonés de Estudios Estratégicos y ex oficial de la Marina estadounidense.
“Si una (futura) batalla se limita a la zona que rodea a Taiwán, la armada china es un oponente peligroso, y si los estadounidenses y los japoneses no intervienen por alguna razón, sería muy difícil para Taiwán”, añadió.
La magnitud de las maniobras y la decisión de Pekín de retirarse de diálogos bilaterales cruciales han provocado un aluvión de condenas.
El secretario de Estado estadounidense, Antony Blinken, denunció el sábado una reacción “desproporcionada”.
Blinken estimó que China no debe tomar como “rehén” las discusiones sobre temas como el cambio climático, porque “no castiga a Estados Unidos, sino a todo el mundo”.
El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, advirtió que “es imposible resolver los problemas más acuciantes del mundo sin un diálogo y una cooperación eficaces entre los dos países”, según su portavoz.