Anny Michelle Varela Vallecillo, de 20 años, fue asesinada dentro de una cantina en Palestina, Patuca, Olancho.
Su muerte se suma a los más de 180 femicidios registrados en Honduras en lo que va de 2025.
La violencia volvió a teñir de luto a Honduras. Anny Michelle Varela Vallecillo, una joven de 20 años, fue asesinada de al menos doce disparos dentro de una cantina en el sector de Palestina, municipio de Patuca, departamento de Olancho.
El crimen ocurrió durante la Semana Morazánica, en un contexto de creciente inseguridad y violencia de género.
Según reportes preliminares de la Policía Nacional, sujetos armados ingresaron al establecimiento y dispararon directamente contra la joven, quien fue encontrada sin vida en el baño del local, vestida únicamente con un camisón blanco.
Las autoridades contabilizaron doce impactos de bala en su cuerpo. Hasta el momento, se desconoce el móvil del crimen y no se han reportado capturas.
Anny Michelle residía en el sector donde ocurrió el asesinato, aunque su familia es originaria de El Benque, en el Valle de Jamastrán, departamento de El Paraíso.
En redes sociales, amigos y allegados expresaron su dolor y exigieron justicia. “Mi amor, ¿por qué me dejaste, mi Anny? Te voy a extrañar un chingo, mi ángel más bello que hay en el cielo”, escribió una amiga cercana.
La joven era conocida por su carisma y por compartir en redes su pasión por la ganadería y el modelaje.
Días antes de su muerte, había publicado un mensaje lamentando el asesinato de un amigo en San Esteban, Olancho, sin imaginar que ella también sería víctima de la violencia.
Este crimen se suma a una alarmante ola de femicidios en Honduras. Según el Observatorio de la Violencia de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH), al menos 182 mujeres han sido asesinadas en lo que va de 2025, la mayoría por arma de fuego.
Organizaciones feministas y de derechos humanos advierten que el 95 % de estos casos permanece en la impunidad, evidenciando una crisis estructural en el sistema judicial hondureño.
La comunidad de Patuca exige respuestas. Mientras tanto, el país se enfrenta a una realidad dolorosa: ser mujer en Honduras sigue siendo un riesgo de muerte.
La historia de Anny Michelle no debe quedar en el olvido.
Su nombre se suma a una larga lista de víctimas que claman justicia desde el silencio.