La subsecretaria de Salud, Nerza Paz, confirmó el fracaso del diálogo entre la Secretaría de Salud (Sesal) y la Asociación Nacional de Enfermeras y Enfermeros Auxiliares de Honduras (ANEEAH), tras más de dos semanas de negociaciones sin consenso.
El conflicto, que ya suma 17 días de paro nacional, mantiene paralizados servicios esenciales en hospitales y centros de salud.
Según Paz, el desacuerdo se centró en dos puntos clave: el aumento salarial solicitado por el gremio y la cancelación de más de 100 audiencias de descargo contra auxiliares que abandonaron sus puestos durante las protestas.

“Ofrecimos suspender los citatorios que aún no habían sido entregados, pero rechazaron la propuesta”, declaró la funcionaria.
Además, denunció que algunas enfermeras que intentaron reincorporarse a sus labores habrían recibido amenazas por parte de dirigentes de ANEEAH, presuntamente para obligarlas a continuar en las manifestaciones.
La organización gremial negó estas acusaciones y aseguró que la movilización es voluntaria y responde al incumplimiento de compromisos por parte del gobierno.
Josué Orellana, presidente de ANEEAH, acusó a la ministra de Salud, Carla Paredes, de actuar con “soberbia e intransigencia” y de querer imponer despidos masivos.

“Si corren a una auxiliar, nos tienen que correr a todos”, advirtió, anunciando nuevas tomas de calles y bloqueos en regiones sanitarias.
El gremio exige nivelación salarial, respeto a derechos adquiridos, contratación de personal y el cese de represalias administrativas. Aunque se alcanzaron acuerdos en 13 de los 15 puntos del pliego de demandas, el tema de las audiencias sigue siendo el principal obstáculo.
Ante la ruptura del diálogo, ANEEAH pidió la intervención directa de la presidenta Xiomara Castro y de centrales obreras para facilitar una salida negociada.
Mientras tanto, los servicios hospitalarios continúan afectados y la población resiente las consecuencias de un conflicto que exige soluciones urgentes.