ESPAÑA. – El catracho Kervin Arriaga protagonizó un hito histórico al convertirse en el primer futbolista hondureño en vestir la camiseta del Levante en LaLiga, durante el empate 2-2 frente al Real Betis en el Ciutat de València.
El mediocampista ingresó al terreno de juego en el minuto 85, reemplazando al capitán Pablo Martínez, y su aparición significó no solo un debut personal en la máxima categoría del fútbol español, sino también la culminación de un proceso de adaptación y recuperación física.
Arriaga, de 27 años, aterrizó en el Levante el pasado julio procedente del Partizán de Belgrado, club con el que compitió en el fútbol serbio y en competiciones europeas.
Su incorporación al equipo valenciano se produjo tras una trayectoria diversa que incluyó pasos por el Real Zaragoza en Segunda División y por la Major League Soccer de Estados Unidos, antecedentes que avalan su experiencia en distintos estilos de juego y entornos competitivos. Sin embargo, su estreno en Primera División se demoró: el mediocentro se encontraba en recuperación de una lesión en el recto femoral de la pierna izquierda sufrida el 6 de agosto, lo que obligó a un trabajo médico y de readaptación antes de poder competir.
Además, Arriaga se sumó a la pretemporada del Levante el 21 de julio, más de dos semanas después que sus compañeros, dado que formó parte de la selección hondureña que disputó la Copa Oro. Su participación con la selección reforzó su experiencia internacional y exigió una readaptación física y táctica al llegar al club valenciano.
El debut frente al Real Betis, aunque efímero en minutos, tiene valor simbólico: representa la llegada de un talento centroamericano a LaLiga y evidencia la capacidad del jugador para superar lesiones y adaptarse a nuevas exigencias. Para el Levante, la inclusión de Arriaga amplía las alternativas en el centro del campo; para Honduras, marca un nuevo referente en el fútbol profesional europeo.