Honduras se encamina hacia una severa dependencia alimentaria este año, al verse obligada a importar el 92% del arroz, el 75% del maíz y el 37% del frijol, debido a una profunda crisis en la producción nacional de granos básicos. La alerta fue emitida por Fredy Torres, representante de los productores en la Comisión Nacional del Arroz.
La situación más crítica se registra en el cultivo de arroz. Mientras en 2024 se produjeron 502,087 quintales, este año apenas se alcanzarán 400,000, lo que representa solo el 8% de la demanda nacional. La falta de siembra en la zona central del país, sumada a la prolongada canícula, ha agravado el panorama.

En cuanto al maíz, Torres indicó que la producción caerá por debajo de los 5 millones de quintales, frente a los 5.7 millones del año anterior, cubriendo apenas el 25% de la demanda interna. El frijol también enfrenta pérdidas significativas, con proyecciones de apenas 1.5 millones de quintales frente a una demanda de 2.4 millones.
Torres criticó la ausencia de políticas públicas efectivas para el agro. “Mientras nuestros gobiernos no aprueben un verdadero plan o una ley para fortalecer y desarrollar el sector agrícola, vamos a seguir improvisando”, advirtió, recordando que la Constitución obliga al Estado a garantizar la producción de alimentos.

La crisis tiene implicaciones sociales profundas. El 50% de la población rural depende directamente de la agricultura, sector que ha registrado una caída sostenida en la mano de obra, lo que ha contribuido al aumento de la migración hacia Estados Unidos.
“Honduras puede importar insumos y bienes de capital, pero no puede importar productores. Sin productores, no hay alimentos”, concluyó Torres, subrayando la urgencia de una respuesta estructural para evitar el colapso de la seguridad alimentaria nacional.