Pekín. — Las exportaciones de China hacia Estados Unidos registraron en agosto una caída interanual del 33,1%, marcando uno de los descensos más pronunciados en la última década, según datos oficiales de la Administración General de Aduanas del país asiático.
En comparación mensual, el retroceso fue del 11,8%, con un volumen de ventas que pasó de 35.800 millones de dólares en julio a 31.600 millones en agosto.
Este desplome se produce en medio de una tregua comercial inestable entre las dos mayores economías del mundo, que desde abril han intensificado sus disputas arancelarias. En ese mes, ambos gobiernos impusieron gravámenes de hasta tres dígitos sobre bienes estratégicos, provocando un colapso en las cadenas de suministro y una paralización temporal de las compras por parte de importadores estadounidenses.

Aunque en julio se alcanzó un acuerdo para reducir los aranceles —Estados Unidos bajó al 30% y China al 10%—, la incertidumbre persiste. La prórroga de esta tregua se extendió por 90 días más, hasta el 10 de noviembre, pero los efectos negativos ya se reflejan en el comercio bilateral.
A pesar del contexto adverso, las exportaciones totales de China crecieron un 4,4% interanual en agosto, aunque por debajo del 5,5% previsto por Bloomberg. Las importaciones también mostraron debilidad, con un aumento de apenas 1,3%, frente al 3,4% esperado.
Expertos advierten que la caída en el comercio con Estados Unidos podría acelerar el giro estratégico de China hacia mercados emergentes como el sudeste asiático, África y América Latina. Mientras tanto, sectores clave como la tecnología, maquinaria pesada y productos químicos siguen siendo los más afectados por las restricciones.
La tensión comercial entre Pekín y Washington continúa siendo un factor de riesgo global, con implicaciones directas en la inflación, el crecimiento económico y la estabilidad financiera internacional.