La presidenta de la Cámara de Representantes estadounidense, Nancy Pelosi, reafirmó este miércoles el compromiso de su país con Taiwán, en una polémica visita a la isla que desató la furia de China.
“Nuestra delegación (…) llegó a Taiwán para dejar claro, de forma inequívoca, que no abandonaremos nuestro compromiso con Taiwán y que estamos orgullosos de nuestra amistad duradera”, declaró Pelosi, de 82 años, durante un evento con la presidenta de la isla, Tsai Ing-wen.
La reacción de China, que considera a Taiwán como parte de su territorio, no se hizo esperar. La cancillería afirmó que Estados Unidos estaba desplegando acciones “extremadamente peligrosas” y anunció ejercicios militares cerca de Taiwán.
Asimismo, anunció el miércoles restricciones a la importación de frutas y pescado desde Taiwán, según la Administración de Aduanas china, que alegó la detección excesiva de residuos de pesticidas.
A su vez, el ministerio chino de Comercio reveló que “suspende la exportación de arena natural a Taiwán”, sin dar más detalles.
Pekín también convocó al embajador estadounidense Nicholas Burns a quien el viceministro de Asuntos Exteriores, Xie Feng, dijo que “Taiwán es el Taiwán de China”, según la agencia oficial Xinhua.
Ante ello, la presidenta taiwanesa Tsai aseguró que “frente a las crecientes y deliberadas amenazas militares, Taiwán no retrocederá (…) Mantendremos la línea de defensa de la democracia”.
Horas antes, el gabinete de Pelosi explicó que la visita muestra el “apoyo incondicional” de Estados Unidos a la isla, aunque “no contradice” la política de Washington hacia China.
Aún así, Pekín respondió con una movilización militar que inquietó a los países vecinos.
“El Ejército Popular de Liberación (EPL) de China está en alerta máxima y lanzará una serie de acciones militares selectivas para (…) defender la soberanía nacional y la integridad territorial y frustrar la interferencia externa y los intentos separatistas de ‘independencia de Taiwán'”, afirmó el portavoz del ministerio de Defensa en un comunicado.
Japón manifestó a China su preocupación por las maniobras, que a su juicio se sobreponen a su zona de exclusión económica.
“Dados los entrenamientos con fuego vivo en esta actividad militar, Japón expresó su preocupación a la parte China”, dijo a periodistas el jefe del gabinete japonés, Hirokazu Matsuno.
– EEUU “pagará el precio” –
China y Taiwán están separadas de hecho desde 1949, cuando las tropas comunistas de Mao Zedong derrotaron a los nacionalistas, que se refugiaron en la isla.
Estados Unidos reconoció en 1979 al gobierno de Pekín como representante de China, aunque siguió dando respaldo militar a Taiwán.
Pelosi, que realiza una gira asiática, es la más alta funcionaria estadounidense en visitar Taiwán desde su predecesor Newt Gingrich en 1997.
El anuncio de esa escala puso al rojo vivo las tensiones entre las dos superpotencias.
“Estados Unidos cargará con la responsabilidad y pagará el precio por socavar la soberanía y la seguridad de China”, indicó unas horas antes una portavoz de la diplomacia china.
Pekín anunció que “se realizarán ejercicios navales y aéreos conjuntos en los espacios marítimos y aéreos del norte, suroeste y sureste” de la isla.
En algunos puntos, la zona de operaciones chinas se acercará a menos de 20 kilómetros de la costa de Taiwán, según las coordenadas compartidas por el Ejército Popular de Liberación.
La “reunificación” de China es un objetivo prioritario para el presidente chino, Xi Jinping, quien la semana pasada le dijo formalmente a Biden por teléfono que evitara “jugar con fuego”.
Para respaldar su mensaje, el ejército chino difundió el lunes en internet un video de tono marcial que muestra a soldados gritando listos para la lucha, combatientes despegando, paracaidistas saltando de un avión o una lluvia de misiles que aniquilan varios objetivos.
Las tensiones provocaron el martes la caída de los mercados mundiales de Asia a Europa y Estados Unidos, con bajas en las principales bolsas y monedas, aunque el petróleo se cotizó al alza.
– “Derecho” de visitar la isla –
La visita de Pelosi fue objeto de todo tipo de conjeturas en los últimos días y el gobierno taiwanés no la incluyó en su agenda.
El portavoz del Consejo de Seguridad Nacional, John Kirby, dijo el lunes que Pelosi tenía el “derecho” de viajar a la isla.
“No hay motivo para que Pekín convierta una posible visita, congruente con la política estadounidense de hace tiempo, en un tipo de crisis”, añadió.
Kirby advirtió de la posibilidad de que China lleve a cabo demostraciones de fuerza que podrían incluir el disparo de misiles en el estrecho de Taiwán o incursiones a “gran escala” en el espacio aéreo taiwanés.