Refuerzan el muro fronterizo: Estrategia de disuasión

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Washington D.C., Estados Unidos. — A siete meses del inicio del segundo mandato del presidente Donald J. Trump, su administración ha declarado la “obliteración” de la crisis migratoria en la frontera sur de Estados Unidos. En un mensaje publicado desde la cuenta oficial de @POTUS, el mandatario celebró lo que calificó como una transformación radical en el control fronterizo, atribuyendo el éxito a la ampliación y endurecimiento del muro fronterizo.

“El muro es parte de la diferencia. Demasiado alto para escalar. Demasiado estrecho para atravesar. Y ahora, por orden presidencial, será pintado de negro—tan caliente al tacto que los inmigrantes ilegales ni siquiera lo intentarán”, se lee en el comunicado.

Kristy Noem

La medida, que ha generado reacciones tanto dentro como fuera del país, busca convertir el muro no solo en una barrera física, sino en un símbolo de disuasión. Según la Casa Blanca, el color negro absorbe más calor, lo que elevaría la temperatura superficial del muro en zonas desérticas, dificultando aún más cualquier intento de cruce.

El mensaje también subraya que el muro no opera de forma aislada, sino como parte de una estrategia integral que incluye tecnología de vigilancia, patrullaje reforzado y cooperación interagencial. “Este muro es escudo y símbolo: un monumento al compromiso inquebrantable del presidente con la seguridad del pueblo estadounidense”, concluye el comunicado.

Críticos de la medida han señalado que el lenguaje utilizado refuerza una narrativa de confrontación y exclusión, mientras que defensores argumentan que se trata de una política firme ante desafíos migratorios históricos.

La decisión de pintar el muro de negro añade una nueva capa simbólica al debate migratorio, convirtiendo una estructura física en un mensaje político que, según sus impulsores, busca proteger la soberanía nacional y reafirmar el liderazgo de Trump en materia de seguridad fronteriza.