Un multitudinario escenario vivió Honduras este sábado, cuando miles de ciudadanos se volcaron a las calles para participar de la Caminata de Oración por la Paz y la Democracia.
Los eventos, que se desarrollaron de forma simultánea en el bulevar Suyapa de la capital y en San Pedro Sula, La Ceiba, Choluteca y numerosos municipios, comenzaron a las 2 de la tarde y mostraron una nación unida en la fe y la esperanza de un futuro más estable.

Desde temprano, las imágenes de peregrinos portando banderas, cruces y consignas de paz se apoderaron de las arterias principales.
En cada ciudad, las calles se convirtieron en un mar humano que avanzaba en caminatas ordenadas, cantos y oraciones que resonaban entre transeúntes y fieles de distintas denominaciones.

La participación superó expectativas y dejó en evidencia un deseo claro de convivencia y reconciliación.
El mensaje central del movimiento fue rotundo: los hondureños están dispuestos a defender la democracia y la libertad mediante la unión y la oración.
En el comunicado oficial, los organizadores reiteraron que la actividad es pacífica y busca contribuir a un clima de diálogo, confianza y cohesión social. “Toda Honduras ha visto que sí es posible caminar juntos.

La diversidad en la libertad nos enriquece mutuamente”, defendieron en las consignas leídas al finalizar cada tramo.
Entre los asistentes, tanto jóvenes como adultos mayores mostraron su compromiso cívico, recordando la importancia de la participación ciudadana en procesos electorales y la necesidad de fortalecer instituciones.
Se aprovechó la ocasión para exhortar a la población a ejercer con responsabilidad su derecho al voto el próximo 30 de noviembre de 2025, y a los candidatos a promover el diálogo abierto, la transparencia y la ética en sus propuestas.

La jornada concluyó con un sentido llamado de esperanza y una bendición colectiva para la nación: “Bienaventurados los que caminan juntos por Honduras. Viva Honduras, viva Jesucristo”.
Aunque las cifras oficiales aún se esperan, la impresión general es de una Honduras que, pese a sus diferencias, se moviliza unida por la paz y la democracia.