El gobierno de Estados Unidos anunció este jueves sanciones contra dos poderosos grupos criminales que operan en Michoacán: Cárteles Unidos y Los Viagras, junto con siete de sus presuntos líderes, por delitos de terrorismo, narcotráfico y extorsión.
La medida forma parte de una ofensiva internacional para desarticular redes delictivas que amenazan la seguridad regional.
Según el Departamento del Tesoro, Michoacán alberga múltiples organizaciones criminales que compiten por territorio y se fragmentan a medida que crecen.
En ese contexto, Cárteles Unidos fue designado como organización terrorista global, acusada de traficar opioides sintéticos, extorsionar comunidades y cometer actos de violencia contra civiles y fuerzas del orden en su conflicto con el Cártel de Jalisco Nueva Generación (CJNG).

El grupo también estaría vinculado al uso de explosivos y al reclutamiento de mercenarios extranjeros, acciones que han causado la muerte de soldados mexicanos.
La Oficina de Asuntos Internacionales de Narcóticos del Departamento de Estado anunció recompensas por 21 millones de dólares por cinco de sus presuntos miembros, entre ellos Juan José Farias Álvarez, alias “El Abuelo”, por quien se ofrece 10 millones.
Los Viagras, por su parte, fueron sancionados por tráfico de metanfetamina y cocaína.
Según el Tesoro, recientemente se han aliado con el CJNG para controlar zonas estratégicas, extorsionando a productores de aguacate, cítricos, ganaderos y comunidades enteras. También se les atribuyen secuestros y ataques a fuerzas de seguridad.

La OFAC identificó a tres líderes de alto rango: Nicolás Sierra Santana, alias “El Gordo”, fundador del grupo; Heladio Cisneros Flores, “La Sirena”; y César Alejandro Sepúlveda Arellano, “El Botox”. El Departamento de Estado ofrece cinco millones por Sierra Santana.
Las sanciones implican el bloqueo de todos los bienes y activos de los implicados en EE. UU. La medida se da tras la extradición de 26 presuntos miembros del CJNG y del Cártel de Sinaloa por parte del gobierno mexicano.
Washington advierte que la extorsión en Michoacán va en aumento y que las víctimas enfrentan graves riesgos si no pagan.