En una decisión del sistema judicial hondureño, Sandra Rodríguez, fue removida de su cargo como Supervisora General de Tribunales este viernes, según confirmaron múltiples fuentes institucionales.
Su destitución ocurre apenas meses después de haber sido nombrada en uno de los puestos más sensibles del Poder Judicial, encargado de fiscalizar el funcionamiento de los tribunales a nivel nacional.
Rodríguez lideraba procesos de inspección interna, incluyendo la entrega de 21 expedientes al Ministerio Público por presuntas irregularidades en el Juzgado de Letras de Familia de Francisco Morazán.
Entre los hallazgos se denunciaban sustracción y falsificación de documentos, lo que podría haber favorecido indebidamente a partes involucradas.

La remoción se produce en medio de una serie de reformas impulsadas por la presidenta de la Corte Suprema de Justicia, Rebeca Lizette Ráquel Obando, quien ha prometido una supervisión “sin temor ni favor” para garantizar la transparencia judicial.
Hasta el momento, ni la Corte Suprema ni el Consejo de la Judicatura han emitido un comunicado oficial explicando las razones detrás de la destitución.
El hecho de que Rodríguez fuera separada del cargo poco tiempo después de asumirlo ha generado especulaciones sobre presiones internas y posibles conflictos derivados de sus investigaciones.
La vacante en la Supervisión General de Tribunales deja en suspenso varios procesos de auditoría judicial. Se espera que en los próximos días se anuncie a su sucesor o sucesora, mientras el Ministerio Público continúa con las investigaciones iniciadas por Rodríguez.