Controvertido triunfo catedrático

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En un duelo cargado de intensidad y debate, el Real España venció al Marathón en el estadio José Francisco Morazán, en un clásico que será recordado por la polémica en el gol que decidió la partida.

La única anotación, producto de Jack Jean Baptiste, llegó al minuto 44 del primer tiempo, pero estuvo envuelta en duda, ya que Nixon Cruz, quien desvió el remate, estuvo en posición adelantada clara, según las repeticiones, lo que obligó a la duda y a la duda misma en la labor del auxiliar, Jack Rodríguez.

El encuentro arrancó con una intensidad contenida y sin un claro dominador. Ambos equipos, conscientes de la importancia del juego, optaron por un sistema táctico similar, en el que ninguno lograba tomar la iniciativa definitiva.

La lucha en el medio campo fue feroz, pero las opciones claras de gol brillaron por su ausencia en la primera mitad.

Nicolás Messiniti y Alexis Vega intentaron inquietar a Onán Rodríguez con pases peligrosos, pero las buenas actuaciones de los zagueros «verdolagas» impidieron cualquier atropellada.

Por el lado local, Nixon Cruz estuvo activo, buscando los espacios que, sin embargo, siempre fueron bien cerrados por la defensa visitante.

La llegada más peligrosa fue un disparo desde fuera del área, que encontró al panameño César Samudio en buena posición.

Sin embargo, las repeticiones demostraron que Cruz la desvía en posición adelantada, y el asistente Jack Rodríguez, dudando, no levantó la bandera.

La confusión reinó en ese momento, y el trabajo de Luis Mejía, árbitro del partido, fue destacado en el resto del juego.

El gol inválido, con duda inclusiva en la repetición, dejó en shock a los aficionados «verdolagas», que no podían creer lo que estaban presenciando. La primera parte culminó con el silencio de los seguidores visitantes, mientras el marcador reflejaba un 1-0 polémico en un clásico que no tuvo un dominio claro, pero sí un constante tira y afloja.

Este encuentro será recordado por la disputa táctica, la tensión en el campo y, sobre todo, por la decisión que pudo haber cambiado el rumbo del clásico.

La segunda mitad prometía más emociones, pero esa polémica marcó el rumbo de un clásico que, sin duda, deja mucho de qué hablar en la historia del fútbol sampedrano.