GUAYAQUIL, Ecuador. – En un hecho sin precedentes, el gobierno ecuatoriano extraditó a José Adolfo Macías Villamar, alias “Fito”, considerado el narcotraficante más peligroso del país y líder de la organización criminal Los Choneros.
La entrega se concretó casi un mes después de su recaptura en un búnker de lujo en Manta, tras haberse fugado de la cárcel de máxima seguridad La Roca en 2024.
La operación se realizó bajo estricta custodia militar y policial. Fito fue trasladado desde Guayaquil en un avión del Departamento de Justicia de Estados Unidos, donde enfrentará siete cargos federales, entre ellos tráfico internacional de cocaína, contrabando de armas y conspiración para la compra de armamento mediante testaferros.

La extradición fue autorizada por la Corte Nacional de Justicia luego de que el capo aceptara voluntariamente su entrega, convirtiéndose en el primer ecuatoriano extraditado por su propio país desde que se reformó la Constitución en 2024 mediante referendo.
El presidente Daniel Noboa, impulsor de la reforma, celebró la decisión como parte de su estrategia de guerra contra el crimen.
La fuga de Fito en enero de 2024 desató una ola de violencia sin precedentes, obligando al gobierno a declarar un “conflicto armado interno” que aún sigue vigente.
Desde entonces, Ecuador ha enfrentado motines carcelarios, atentados y asesinatos masivos, especialmente en la provincia de Manabí, bastión de Los Choneros.

Según datos oficiales, Ecuador incautó 294 toneladas de droga en 2024, y por sus puertos transita el 73 % de la cocaína producida en el mundo, lo que lo convierte en un punto neurálgico del narcotráfico internacional.
Aunque la extradición de Fito representa un avance judicial, la violencia no ha cesado. Solo esta semana, al menos 20 personas fueron asesinadas en distintas ciudades del oeste del país, evidenciando que la lucha contra el crimen organizado aún está lejos de concluir.