Entre enero y junio de 2025, un total de 19,725 migrantes hondureños fueron retornados al país, según reportó el Instituto Nacional de Migración (INM).
Esta cifra representa un incremento del 12.1% en comparación con el mismo período del año anterior, evidenciando un aumento en los flujos de retorno en los primeros meses del año.
De los retornados, la mayoría (68%) proviene de Estados Unidos, reflejando las continuas tendencias migratorias de hondureños que buscan mejores oportunidades o regresan tras intentos de migración irregular al país vecino del norte.
La creciente cifra de retornados refuerza la necesidad de ampliar las políticas de inserción social y oportunidades laborales para los migrantes en sus comunidades de origen.
TIPOS DE RETORNO

El INM precisó que, de las personas retornadas, 13,772 fueron deportadas por decisión de las autoridades, principalmente por ingresar irregularmente o violar las leyes migratorias.
Además, 5,168 migrantes regresaron en el marco de programas de retorno asistido, una estrategia que busca brindar ayuda y acompañamiento a quienes deciden regresar voluntariamente y reintegrarse a sus comunidades.
Por último, 785 migrantes optaron por regresar de manera voluntaria, motivados por diversas razones personales y familiares.
Estos datos reflejan las complejidades de la migración en Honduras, país que continúa enfrentando desafíos sociales, económicos y de inseguridad que impulsan a muchos a buscar oportunidades en el extranjero.
La situación también revela la importancia de fortalecer las políticas públicas destinadas a la protección de los derechos de los migrantes y desarrollar programas de reinserción económica y social para quienes retornan.
Las autoridades migratorias y sociales coinciden en la necesidad de promover una migración segura y ordenada, además de implementar acciones que disminuyan las causas estructurales de la pobreza y la violencia en las comunidades de origen. La cooperación internacional y el apoyo a la economía local son fundamentales para reducir la emigración irregular y facilitar la reintegración de los retornados en Honduras.
Este aumento en el retorno migratorio, aunque representa un desafío, también ofrece una oportunidad para renovar los esfuerzos en materia de desarrollo y protección social, y para seguir promoviendo una migración digna y segura en beneficio de toda la población hondureña.