Lo que se esperaba fuese una comparecencia para disipar dudas y aclarar malentendidos sobre el avance del cronograma electoral de cara a las elecciones del próximo 30 de noviembre, por parte del pleno de consejeros del órgano electoral, al final el pleno del Congreso Nacional, se convirtió en un bochornoso y vulgar zafarrancho.
En principio el presidente del Congreso Nacional, Luis Redondo, dio la bienvenida a los consejeros del Consejo Nacional Electoral (CNE) y definió que la comparecencia al pleno la iniciaría la consejera-presidenta, Cossette López, luego la consejera-secretaria, Ana Paola Hall y por último el consejero-vocal, Marlon Ochoa.
López inició de su comparecencia, recordó que hace apenas unos meses en este mismo Congreso Nacional, se le juramentó en nombre del pueblo hondureño.
“Aquella tarde de mi juramentación, prometí custodiar la voluntad ciudadana con transparencia y firmeza, he honrado ese juramento con trabajo incansable aún frente a intentos de obstrucción”, expuso López.
En medio de aplausos de los diputados nacionalistas, López, expresó que gracias a la madurez de las fuerzas políticas se logró romper impases distintos y demostrar que el dialogo, tolerancia y respeto mutuo pueden ser más grandes que la crispación.
“Pero hoy –apuntó– quiero convocar con mucho respeto, pero con vehemencia a algo superior a la simple resistencia y es a la voluntad del poder, entendida como la determinación de convertir las ideas en hechos y los proyectos en resultados tangibles”.
INGRESO DE LOS COLECTIVOS DE LIBRE
Hasta aquí, la comparecencia en el pleno se desarrollaba con normalidad, pero desde la platea y del mismo pleno, los colectivos de Libre, comenzaron a gritar consignas como “¡No volverán!”.
Lo insólito es que para que ingresar al pleno la seguridad del Congreso Nacional es tan celosa que registra hasta los diputados, pero extrañamente las turbas de los colectivos de Libre ingresaron como “Pedro a su casa”.
Esto generó reacciones inmediatas de los diputados del Partido Nacional y del Partido Liberal quienes se levantaron de sus curules para enfrentar verbalmente a los simpatizantes y a sus colegas oficialistas que también increpaban a las consejeras.
Ante el zafarrancho, el presidente del Congreso Nacional, Luis Redondo, pidió calma y solicitó a las consejeras Cossette López y Ana Paola Hall resguardarse, aunque sin abandonar completamente el hemiciclo.
La situación se agravó cuando las bancadas del Partido Liberal y Nacional intentaron acercarse a la junta directiva para respaldar a las consejeras, pero fueron bloqueadas por una barrera de seguridad privada.
Los diputados liberales, expusieron que su intención era proteger a las funcionarias ante los gritos e interrupciones de los colectivos y diputados oficialistas.
Ante el ambiente tenso en el pleno por los empellones, gritos, el lanzamiento de agua y de botellas con agua y en medio del creciente desorden, las consejeras López y Hall optaron por retirarse del hemiciclo.
SEGURIDAD
La consejera del CNE, Ana Paola Hall, ante el zafarrancho, expreso: “En el Congreso Nacional han expuesto nuestra seguridad. Nos estamos jugando el país”.
Sin embargo, tras abandonar las consejeras el pleno, el ambiente se tornó aún más tenso cuando se produjo un altercado físico entre los diputados Ramón Barrios (Libre) y Jorge Cálix (Liberal), quienes intercambiaron empujones y manotazos, mientras otros separarlos.
Luego de ese altercado el presidente del CN, pedía a los diputados sentarse en los curules, pero fueron llamados en vano y pese a ello le cedió la palabra al consejero Ochoa para que hiciera su comparecencia, la cual por el bullicio resultó casi inaudible y más cuando le reventaron los cables del micrófono del curul donde está sentado.
El bochornoso y vulgar zafarrancho frustró la continuidad del diálogo entre el órgano electoral y el CN, justo cuando el país está a memos de cinco meses para elegir las nuevas autoridades del próximo cuatrienio.