En un emotivo acto de reivindicación personal, Paulinho guio al Palmeiras a los cuartos de final del Mundial de Clubes tras marcar el gol del triunfo 1-0 ante Botafogo en la prórroga del duelo brasileño disputado este sábado en Filadelfia.
El delantero, que arrastra una misteriosa lesión en la tibia derecha, ingresó desde el banco y resolvió el partido en el minuto 100 con una definición precisa al palo lejano del arquero John, figura destacada del encuentro.
El tanto premió el esfuerzo de un Palmeiras disciplinado, que enfrentará en la próxima fase al vencedor entre Benfica y Chelsea. Paulinho, emocionado, reconoció seguir con molestias físicas pero reafirmó su compromiso con el equipo.
El primer tiempo fue cerrado y sin emociones. Ambos entrenadores portugueses, Abel Ferreira y Renato Paiva, priorizaron el orden táctico por encima del espectáculo, como lo anticiparon en la previa. El joven talento Estêvão, promesa del Verdão, no brilló en los primeros 45 minutos, aunque inició la única jugada peligrosa del periodo, con un disparo potente de Richard Ríos desviado por John.
Tras el descanso, Estêvão elevó su rendimiento y generó dos claras ocasiones, pero fue sustituido junto a Vitor Roque, dando paso a Paulinho, quien encontraría su momento redentor. Botafogo, pese a su exitoso 2023 y la figura de Igor Jesus, careció de profundidad ofensiva y no logró poner en aprietos al arquero Weverton.
Ya en la prórroga, Palmeiras encontró el gol tras una gran jugada colectiva finalizada por Paulinho, quien, a pesar de su condición física, dejó su huella. Minutos después, el capitán Gustavo Gómez fue expulsado, y Paulinho regresó al banquillo, símbolo de un esfuerzo limitado pero decisivo.
Abel Ferreira valoró su aporte puntual: “Vino a resolver. Después deberá parar de nuevo”, dijo. El Palmeiras sigue en carrera con una victoria marcada por el carácter, la táctica y el renacimiento de un jugador que no se rindió.