** Policía mata de 7 balazos a su pareja y se suicida
Un agente activo de la Policía Nacional de Honduras ultimó con saña, de al menos siete balazos, a su compañera de hogar y luego pretendía abandonar su cuerpo, pero en el trayecto entre una falsa escena del crimen, se arrepintió quitándose la vida de un disparo en la cabeza en la aldea La Cuesta, extremo norte del Distrito Central.

Los uniformados, de acuerdo amigos, mantenían una “relación tóxica”, ellos son: la Clase 1 Arely Yaritza Matamoros (28) y Edwin Geovany Torres Sanabria (42), asignados a la Unidad Metropolitana Policial número 4 (Umep-4), conocida popularmente como posta de Belén.
Torres Sanabria, era el conductor del subcomisionado Osorto de la posta de Belén. Era la pareja conyugal de Matamoros, confirmaron autoridades.

Los cuerpos fueron encontrados la mañana de ayer en el interior de una camioneta CRV. El agente yacía en la cabina del automotor y su compañera en el asiento trasero del vehículo, de su propiedad.
Preliminarmente se manejó que la pareja de policías había sido privada de libertad y luego asesinados en el interior de la camioneta en la calle principal a la aldea La Cuesta número 1, cerca de El Lolo.
Pero mediante pasaban las horas y arrojaban mayores detalles, las investigaciones confirmaron que se trataba de un homicidio seguido de suicidio, con hipótesis de crimen pasional.
MUERTE PLANIFICADA

Ayer se supo que Torres Sanabria llego a la casa de Arely Yaritza Matamoros, en el extremo sur de la capital. La invitó a salir en horas de la noche. Seguidamente, el uniformado descrito como “celoso y posesivo”, le
quitó la vida. Fue hasta ayer que los cuerpos fueron encontrados.
Preliminarmente se indicó que ambos presentan heridas de arma de fuego, el hombre con un disparo en la sien y su mujer con al menos siete heridas en distintas partes del cuerpo.
Agentes de la Policía Nacional acordonaron la zona y desplegados equipos de investigación criminal para recolectar evidencias, incluyendo imágenes de cámaras de seguridad y testimonios de vecinos.
“COLOPATÍA EMOCIONAL”

Sobre el caso, el portavoz de la Secretaría de Seguridad, Miguel Martínez Madrid, confirmó que la muerte de los dos policías, corresponde a un caso de homicidio seguido de suicidio motivado por “colopatía patológica y dependencia emocional extrema”.
Detalló que, tras los análisis preliminares, se descarta la participación de grupos criminales en el hecho. “No hay relación con maras, pandillas ni crimen organizado”, afirmó el director de comunicaciones estratégicas.
En la información recabada, “la pareja muerta mantenía una relación sentimental caracterizada por constantes rupturas y episodios de celos, siendo considerada tóxica”.
Martínez Madrid insistió que la conducta del agresor se enmarcó dentro de un patrón conocido como “colopatía patológica”, un trastorno que genera celos irracionales y obsesivos, así como dependencia emocional extrema.
Estos factores, según Martínez Madrid, podrían haber desencadenado el crimen.
PROBLEMAS EMOCIONALES

“El agresor creía, erróneamente, que al quitarle la vida a su pareja y luego suicidarse solucionaría los problemas emocionales que enfrentaban. Esto es parte de una construcción cultural machista y de relaciones coercitivas que pueden llevar a este tipo de desenlaces trágicos”, refirió.
Además, Martínez Madrid mencionó que esta clase de situaciones pueden estar asociadas a trastornos de personalidad Borderline (trastorno límite de la personalidad TLP), antisocial o narcisista, que se caracterizan por la desregulación emocional y baja tolerancia al rechazo.

El vocero policial subrayó la importancia de fortalecer las rutas de denuncia accesibles, brindar apoyo emocional a víctimas de violencia doméstica y capacitar a jueces, fiscales y policías para identificar factores de alto riesgo que pueden derivar en homicidios o suicidios.
Las autoridades continúan las investigaciones para confirmar la secuencia de los hechos y esperan los resultados de las pericias técnicas y balísticas que realiza la Dirección Policial de Investigaciones.