Ante los intentos de deslegitimar el proceso electoral en marcha, el Partido Nacional de Honduras se pronuncia:
Primero intentaron boicotear las elecciones primarias. Hoy, pretenden sembrar dudas sobre las elecciones generales con un falso y peligroso discurso de fraude electoral, liderado por la señora Rixi Moncada y ejecutado por Marlon Ochoa. Esta narrativa no es casual: responde a una estrategia clara y premeditada para no entregar el poder, aún si el pueblo hondureño así lo decide en las urnas.
El desplome de Libertad y Refundación en la confianza ciudadana es evidente. Y ante la inminencia de una derrota, sus líderes prefieren desacreditar el proceso antes que aceptar con madurez democrática la posibilidad de que otra fuerza política gane legítimamente.
Miles de DNI cuyo pago la Cancillería no ha logrado aclarar, una iniciativa irregular que pretende permitir el retiro de DNI por terceros, la recolección masiva de huellas biométricas por parte de CONATEL, y grafitis en toda la ciudad proclamando anticipadamente que “Rixi Moncada ya ganó”, son ejemplos de un abierto rechazo a los mecanismos de verificación y transparencia electoral.
Nada de esto es casualidad, sino evidencia clara de un plan orquestado y desesperado de Libertad y Refundación, que busca una proclamación anticipada al margen de la voluntad popular, apostando a la desestabilización antes, durante y después del proceso electoral.
A ello se suma una amenaza a la estabilidad nacional: la directriz de tres días de movilizaciones convocadas por Libertad y Refundación, que buscan paralizar servicios básicos y abandonar la institucionalidad. El acceso a la salud, la atención ciudadana y otros trámites esenciales estarán suspendidos por el uso político de empleados públicos, en una campaña disfrazada de conmemoración.
Permaneceremos firmes ante cualquier intento de desestabilización del proceso, ataque institucional o amenazas a las consejeras Cossette López Osorio y Ana Paola Hall. Rechazamos toda campaña o narrativa que ponga en duda nuestro compromiso democrático y reafirmamos que la desesperación de Libertad y Refundación por eliminar los mecanismos de verificación se debe a su necesidad de proclamación temprana, al verse perdidos en las urnas.
Honduras exige elecciones limpias, verificables y respetadas por todos. La voluntad del pueblo no se negocia ni se distorsiona con retóricas vacías ni campañas de miedo. Se respeta, se cuida y se defiende.