La jovencita, Paola García de unos 24 años, llegó temprano ayer en busca de un empleo a la Cámara de Comercio e Industria de Tegucigalpa (CCIT), abarrotada por decenas de pasantes y egresados de universidades que urgen de una plaza laboral.
Se presentaron jóvenes con sus documentos en regla y deseosos de encontrar un trabajo formal ante el anuncio de la CCIT de que tenía disponibles cien plazas vacantes en su espacio de oportunidades laborales.
“Cada vez está peor la situación en Honduras”, comentó Paola García, ubicada en el centro de la enorme fila. “Hay mucho desempleo, pero mi expectativa es encontrar un trabajo, tengo tres meses de andarlo buscando y mi familia depende de mí”, concluyó García, procedente de la colonia Venezuela, extremo sur de Tegucigalpa.
La historia de Paola García es solo una, entre el ejército de desempleados a nivel nacional, representado por 205,973 personas buscando activamente una plaza, según una radiografía del mercado, con base en los datos más recientes, presentada por el Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep) en vísperas del Día del Trabajador.
SUBOCUPACIÓN

La oficial de Gerencia Política Económica de Cohep, Yeny Antúnez, expuso que en Honduras existen más de 1.6 millones de personas que trabajan subocupadas, es decir, trabajan pocas horas o ganan ingresos insuficientes, esto se traduce en menor acceso a protección social y consecuente precariedad laboral.
Esta situación afecta especialmente a las mujeres reflejando que la informalidad continúa siendo el principal desafío, dijo Antúnez.
La tasa de desempleo general fue de 5.2 por ciento según el INE, sin embargo, a diciembre del 2024 esta cifra pudo ascender a un 7.2 por ciento de acuerdo con investigaciones de la Universidad Nacional Autónoma de Honduras (UNAH). Muchas personas desempleadas pasan más de seis meses buscando trabajo.

En el 2024, la población de jóvenes que ni estudian, ni trabajan (Ninis) bajó en 33,000 personas, gracias a una mayor participación en estudios, aun así, más de 937,000 jóvenes enfrentan grandes retos para integrarse en el mercado laboral, situación que afecta desproporcionadamente a las mujeres y además, el 57 por ciento de Ninis viven en las zonas rurales.
Según el INE, el empleo creció en el 2024, pero no por igual para todos los sectores, el sector privado perdió más de 4,600 puestos de empleo y el sector asalariado doméstico cayó en más de 6 mil plazas.
En contraste el sector público aumentó más de 20,000 empleos asalariados y el trabajo no asalariado creció en más de 76 mil puestos, muchos de los cuales se vinculan con la informalidad.
RETO ESTRUCTURAL

“Esto refleja un reto estructural, dado que muchas de estas ocupaciones son de subsistencia, vinculado a la precariedad laboral, situación que da como resultado que Honduras siga teniendo la productividad laboral más baja en la región con apenas 8.1 dólares por hora de trabajo”, alertó Yeny Antúnez.
Si bien, se ha observado algunas mejorías tras el impacto más duro de la pandemia, la situación del mercado laboral sigue siendo compleja y persisten desafíos importantes como la alta informalidad, la baja productividad y las brechas de acceso al empleo, especialmente para las mujeres y los jóvenes. “El gran reto es crear más y mejores empleos con condiciones, dignas y sostenibles”, insistió.
Para fortalecer la productividad en Honduras, según el Cohep, es clave impulsar el empleo asalariado en el sector privado formal donde se concentran las actividades más innovadoras y con mayor potencial de crecimiento.
“Esto requiere apoyar a las empresas para que crezcan y asegurar que la fuerza laboral esté bien, formada y preparada. Las políticas públicas deben acompañar estos procesos y adaptarse a los cambios del mundo del trabajo”, concluyó.