La fiscalía general de México descartó que un centro de operaciones del narcotráfico, descubierto en el estado de Jalisco (oeste), hubiera funcionado como lugar de ejecuciones sistemáticas.
En marzo pasado, un colectivo de búsqueda de personas desaparecidas denunció que ese sitio era un “campo de exterminio”, tras encontrar evidencias que, según la Fiscalía, en realidad dan cuenta de un lugar de reclutamiento y adiestramiento de un cártel del narcotráfico.

El pasado 5 de marzo en ese lugar, una hacienda localizada en el municipio de Teuchitlán, los familiares de desaparecidos hallaron pequeños trozos de restos óseos calcinados y cientos de prendas y zapatos.
Pero el fiscal general, Alejandro Gertz, aseguró este martes que en la finca, controlada por el poderoso Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG), no se localizaron osamentas completas o parciales y tampoco se constataron indicios de que haya albergado crematorios.
“Se encontró una pequeña vasija con fragmentos muy pequeños de huesos”, dijo en rueda de prensa, y detalló que podría ser de una “antigüedad importante”.
El alto funcionario explicó que las investigaciones continúan para determinar cuántas personas, mediante un sistema de reclutamiento forzado, pudieron ser llevadas al lugar.