Los bomberos griegos empezaron a controlar un incendio forestal que se extendió un día antes a los pies del monte Pentélico, al norte de Atenas, donde cientos de personas se vieron obligadas a evacuar, informaron las autoridades.
“Por el momento, no hay un frente activo… en su mayor parte el fuego está disminuyendo”, afirmó a los periodistas el portavoz del departamento de bomberos, Yiannis Artopios.
Cerca de 500 bomberos, 120 vehículos, 9 aviones y 10 helicópteros fueron movilizados para controlar las llamas en los suburbios de Penteli, Pallini, Anthousa y Gerakas, donde viven unas 90.000 personas.
Hasta el momento, Grecia se había librado de la ola de calor que ha provocado incendios forestales mortales y destruido amplias extensiones de bosques en Francia, Portugal y España. Sin embargo, se ha enfrentado a fuertes vientos desde hace varios días.
Treinta personas, entre ellas tres bomberos, fueron atendidas por quemaduras y problemas respiratorios, informaron los servicios de emergencia. Asimismo, varios edificios sufrieron daños importantes.
Un hombre de 80 años se suicidó en Anthousa desesperado por el incendio, informaron medios griegos.
El ministro de Protección Ciudadana, Takis Theodorikakos, indicó que han ayudado a evacuar desde el martes a casi 700 personas a un lugar seguro, al tiempo que señaló que otras se negaron a marcharse.
“El cielo estaba rojo… Nos fuimos sin llevarnos nada”, declaró a la televisión pública ERT un vecino de Pallini que perdió su coche a causa de las llamas.
“Protección civil tardó en alertarnos. El fuego estaba detrás de nosotros y salimos justo a tiempo. Si nos hubiéramos quedado 30 segundos más, nos podríamos haber quemado”, agregó este habitante, que explicó que la casa vecina quedó completamente destruida.
Por su parte, el padre de la atleta olímpica Katerina Stefanidi, Yiorgos, contó al canal Alpha TV que algunos habitantes llegaron a luchar contra las llamas “con palas y tierra” para salvar sus casas, sin ayuda de los bomberos. “El fuego corría más rápido que un coche”, detalló Yiorgos.
Con vientos de más de 100 kilómetros (62 millas) por hora, el humo del fuego se propagó hasta la isla de Creta, a cientos de kilómetros al sur, según mostraron imágenes de satélite.
Los expertos achacan estos incendios al cambio climático por los fenómenos meteorológicos extremos y alertan de que lo peor está por llegar.