Rusia había recuperado el control de tres localidades en su región de Kursk frente a las tropas ucranianas, que en las últimas semanas retrocedieron en esta zona en la que incursionaron en agosto.
Se trata de los pueblos de Viktorovka, Nikolayevka y Staraya Sorochina, indicó en un comunicado el ministerio de Defensa.
Desde que el ejército ucraniano avanzó en esta zona en una operación sorpresa el pasado agosto, el ejército ruso ha recuperado más de dos tercios del territorio inicialmente conquistado por Kiev (1.400 km2).
Sin embargo, Ucrania sigue controlando algunos cientos de kilómetros, que espera capitalizar como moneda de cambio en futuras negociaciones con Rusia.
Las tropas ucranianas también han estado luchando en las últimas semanas contra ataques de pequeños grupos de soldados rusos en la región ucraniana de Sumy, junto a la de Kursk.
El presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, volvió a pedir nuevas sanciones contra Rusia tras una nueva noche de ataques en todo el país, que ha dejado una quincena de muertos.
La jefa de la diplomacia de la Unión Europea, Kaja Kallas, aseguró el sábado que el presidente ruso Vladimir Putin “no tiene ningún interés por la paz” en el conflicto desatado por la invasión rusa de Ucrania en febrero de 2022.
“Los misiles rusos siguen cayendo sin descanso sobre Ucrania, causando más muertes y destrucción”, afirmó en la red X.

Además de sus dificultades en el frente, Ucrania se enfrenta a las críticas del presidente estadounidense, Donald Trump, que decidió congelar esta semana la ayuda militar y el intercambio de información.
Trump ha dado un giro diplomático radical, tendiendo la mano a Putin y criticando a Zelenski.
Pese a ello las delegaciones de Ucrania y Estados Unidos tienen previsto reunirse el martes en Arabia Saudita.
Este encuentro debe definir “un marco para un acuerdo de paz y un alto el fuego inicial”, según Steve Witkoff, emisario estadounidense para Oriente Medio.
Ucrania no ha detallado los temas de discusión, pero enviará un equipo de altos funcionarios, incluido el jefe de la administración presidencial, Andrii Iermak, el ministro de Exteriores, Andrii Sibiga, el de Defensa, Rostem Umerov y el jefe adjunto del gabinete del presidente, Pavlo Palisa, explicó Zelenski.
Trump asegura que quiere poner fin a la guerra lo antes posible, pero Ucrania teme verse obligada a importantes concesiones territoriales en beneficio de Moscú.
Estados Unidos suspendió esta semana su ayuda militar, la transmisión de datos de inteligencia y el acceso a sus imágenes espaciales.
Para el ejército ucraniano, la inteligencia estadounidense es tan importante como el equipamiento militar.
Trump amenazó en paralelo el viernes a Rusia con nuevas sanciones si continúa “golpeando” a Ucrania.
– “Apocalipsis” –

El ataque ruso del sábado de madrugada en Dobropillia, una ciudad de la región de Donetsk, en el este de Ucrania, dejó 11 muertos y unos 50 heridos, entre ellos cinco niños, según Zelenski.
Periodistas de AFP vieron varios edificios con cientos de impactos de las bombas de racimo.
Irina Kostenko, una residente de la ciudad de 59 años, resultó herida en la mano por un fragmento de vidrio. En Dobropillia, los ataques son frecuentes pero esta vez fue un “apocalipsis”, contó.
Al salir de su edificio, vio a su vecina “tumbada en el suelo, muerta, cubierta con sábanas”.
En otro ataque en Bogodujov, en la región de Járkov (noreste), murieron tres personas, según el jefe de la administración militar regional, Oleg Synogubov.
Rusia lanzó un total de dos misiles y 145 drones, según la fuerza aérea ucraniana.
En Rusia, un ataque de drones alcanzó la refinería de Kirishi, en la región de Leningrado, dijo el gobernador Alexander Drozdenko.