La Corte de Apelaciones de lo Penal de Francisco Morazán, por unanimidad de votos revocó la medida de arresto domiciliario por la de prisión preventiva para los generales en condición de retiro Romeo Orlando Vásquez Velásquez, Carlos Roberto Puerto Fúnez y Venancio Cervantes Suazo.
Asimismo, se les recalificó el delito para los encausados, ahora pasaron a ser acusados por los delitos de asesinato en perjuicio del Isy Obed Murillo Mencía y asesinato en su grado de ejecución de tentativa en perjuicio de Alex Zavala.
Es de precisar que tanto los recursos de apelación interpuestos por la Fiscalía como por la acusación privada fueron declarados con lugar, resolviendo lo anterior.
El portavoz del Poder Judicial Carlos Silva, detalló que en consecuencia se ratifica el auto de formal procesamiento para los tres antes mencionados, pero se ordena que ya no cumplan la medida de arresto domiciliario, sino que se les imponga la medida de prisión preventiva”.

“Otra de las determinaciones fue la modificación o recalificación de los delitos contra los tres generales retirados, ellos estaban siendo acusados en un inicio por homicidio y lesiones, pero en la valoración de los magistrados ordenan que ellos sean acusados de los delitos de asesinato y asesinato en su grado de ejecución de tentativa.
De la misma manera, la Corte de Apelaciones manda a que el Juez de Primera Instancia proceda a Reformar la resolución apelada dictando Auto de Formal Procesamiento con la medida cautelar de prisión preventiva.
“Una vez que el expediente baje a este juzgado, luego el juez notificará a las partes mediante una audiencia de notificación de resolución de la Corte de Apelaciones, sobre la resolución, para ello tiene que brindarles día y hora en la que se celebrará la audiencia”, explicó la portavoz de los juzgados Bárbara Castillo.
Siguió que el juez ordenará que los encausados quienes se encuentran todavía con arresto domiciliario sean traídos a la sede judicial para notificarles la resolución ya que de un solo serán trasladados al Centro Penitenciario Nacional de Támara.

El Ministerio Público (MP), a través de la Fiscalía Especial de Derechos Humanos (FEDH), presentó requerimiento fiscal contra los antes mencionados.
El joven Isis Obed Murillo Mencías perdió la vida tras recibir un disparo en la cabeza mientras participaba en una manifestación pacífica en las inmediaciones del aeropuerto.
Mientras que el ciudadano Alex Roberto Zavala Licona sufrió graves lesiones a consecuencia de los disparos realizados por elementos de las Fuerzas Armadas.
Es de precisar que en el desarrollo de la audiencia inicial se dio a conocer parte de la certificación preliminar de la A1040-09 Isy Obed Murillo Mencías autopsia A1040-09 fecha de muerte domingo 05 de julio del 2009, que a eso de las 3:34 de la tarde, durante los disturbios ocurridos frente al Aeropuerto Toncontín, el ahora occiso fue herido con proyectil de arma de fuego, fue trasladado de emergencia al Hospital Escuela ya sin signos vitales.
La causa de muerte preliminar es por laceración cerebral a causa de una herida por proyectil por arma de fuego dispuesta de la siguiente manera orificio de entrada localizada en la región frontal derecha de 0.3 centímetros de diámetro con anillo de contusión excéntrico anterior de 0.2 centímetros de ancho; a 0.4centimetros de la línea media anterior del cuerpo a 165 centímetros de altura de los talones.

El trayecto del disparo que le quitó la vida a Isy Obed Murillo fue de adelante hacia atrás, de arriba hacia abajo, de derecha a izquierda, que provoca herida en piel con acumulo de sangre en el cráneo y cuero cabelludo (hematoma epicraneano), y parpado superior de ojo derecho (hematoma palpebral), de 5×2.3 centímetros, fractura conminuta de cráneo, contusión hemorragia, y laceración cerebral.
Mientras que el orificio de salida del disparo localizado en la región posterior izquierda de la cabeza (parietal occipital) de 10x7centimentros a 4 centímetros de la línea media posterior del cuerpo y a 164 centímetros de la altura de los talones.
La manera de muerte que le dio el médico forense Gustavo Valladares fue homicida desde el punto de vista médico forense y esta certificación fue extendida el pasado ocho de julio del 2009, tres días después de haber ocurrido la muerte violenta del joven.
Murillo Mencía murió tras recibir un disparo en la cabeza mientras participaba en una manifestación pacífica en las inmediaciones del aeropuerto; mientras que Alex Roberto Zavala Licona sufrió graves lesiones a consecuencia de los disparos realizados por elementos de las Fuerzas Armadas.

La prueba ofertada por el Ministerio Público consistió en 14 medios de prueba documentales entre los cuales estaban dictámenes forenses, balístico, de inspección, es de precisar que se expuso ante el juez el levantamiento de 165 casquillos de fusil recuperados en la escena, múltiples proyectiles de fusil de uso exclusivo de las Fuerzas Armadas de Honduras los cuales fueron a impactar hasta un reconocido restaurante de la zona del aeropuerto Toncontín, sitio donde se suscitó el hecho violento, se dio a conocer además que una moto que tomó fuego presentaba 12 impactos de fusil.
De acuerdo con las investigaciones del Ministerio Público, las actuaciones de los militares fueron brutalmente desproporcionadas, ya que dispararon de manera indiscriminada con fusiles de alto poder y grueso calibre (M16) contra los ciudadanos que ejercían su derecho a manifestarse pacíficamente. De estas acciones, informaron los fiscales que resultaron en muertes y graves lesiones, no fueron actos aislados, sino crímenes ejecutados por elementos de las Fuerzas Armadas bajo órdenes directas del jefe del Estado Mayor Conjunto, el subjefe y el director de Operaciones Especiales.
Según el requerimiento fiscal, los altos mandos del Estado Mayor Conjunto son responsables directos de comandar y planificar el operativo, no solo incumplieron su deber de supervisar y controlar a sus subordinados, sino que, con pleno conocimiento de los hechos, permitieron y facilitaron estas atrocidades. Su negligencia e inacción configuraron graves violaciones a los derechos humanos, dejando a los manifestantes a merced de una fuerza militar que actuó con una violencia inhumana y desmedida.