EE. UU. anunció sanciones a petróleo iraní

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Estados Unidos anunció sanciones financieras, las primeras desde la llegada del nuevo gobierno de Donald Trump, contra una “red internacional” acusada de entregar petróleo iraní a China para financiar actividades militares de Teherán.

Las sanciones apuntan a una “red internacional que facilita la entrega de millones de barriles de petróleo crudo iraní, por un valor de cientos de millones de dólares, hacia China”, precisa un comunicado del Departamento de Comercio.

“Esta red genera ingresos ilícitos para el ejército iraní” que le permiten “financiar a grupos terroristas como Hamás y Hezbolá”, dijo el Departamento de Estado en una declaración separada.

El presidente Donald Trump firmó el martes un memorando pidiendo a su administración que prepare sanciones contra Irán, como lo hizo durante su primer mandato (2017-2021).

El jefe de Estado declaró que estaba adoptando una política de “máxima presión” contra Irán, en particular contra su programa nuclear.

“El régimen iraní sigue decidido a aprovechar sus ingresos petroleros para financiar el desarrollo de su programa nuclear, producir letales misiles balísticos y drones y financiar grupos terroristas regionales”, dijo el nuevo secretario del Tesoro, según el comunicado.

Entre las entidades e individuos sancionados se encuentra Sepehr Energy, a la que Washington describe como una “empresa de fachada” que trabaja en nombre del ejército iraní. Varios buques petroleros y las compañías que los fletaron también están en la mira.

Las sanciones implican la congelación de activos mantenidos directa o indirectamente por las empresas objeto de las sanciones en Estados Unidos, así como la prohibición a las compañías con sede en Estados Unidos o a los ciudadanos estadounidenses de comerciar con los individuos o entidades que han sido blanco de las sanciones, bajo el riesgo de ser sancionados a su vez.

De hecho, complican también los intercambios comerciales de las empresas castigadas, al limitar su capacidad de utilizar el dólar en sus transacciones, con el riesgo de caer bajo la jurisdicción estadounidense.