Las condiciones climáticas de aquí a final de año, serán óptimas para los cultivos de granos de postrera, dadas las lluvias por arriba del promedio normal esperadas, que dejarán suficiente humedad en Honduras.
“Los pronósticas de agosto indican que habrá lluvias sobre el promedio en esta región de Centroamérica”, informa el Monitor Global Agrícola (Geoglam, siglas en inglés). “Los cultivos de primera en la región están en proceso y las condiciones son favorables excepto en la zona norte por exceso de humedad”, detalla el reporte divulgado ayer.
Estos pronósticos coinciden con las proyecciones lanzadas semanas atrás por el Centro de Estudios Atmosféricos, Oceanográficos y Sísmicos (Cenaos) de la Comisión Permanente de Contingencias (Copeco).
La mayoría de modelos estadísticos indican que el país seguirá bajo condiciones de “Niña” débil a diciembre, según el organismo especializado, es decir, clima lluvioso o período de transición hacia un 2023 posiblemente marcado por menos precipitaciones.
A inicios de año, las expectativas eran poco optimistas, se esperaban déficit de lluvia, pero la realidad es que ha llovido más de lo normal, a tal grado, que algunos cultivos han sufrido por el exceso de agua.
Esta es una oportunidad para que los productores aprovechen y dupliquen sus cultivos, pese a las dificultades, que siempre las hay, como alzas de los fertilizantes y los combustibles, comentó el director ejecutivo de la Federación Nacional de Agricultores y Ganaderos de Honduras (Fenagh), Guillermo Cerritos.
Sin embargo, se mostró aliviado en parte, porque los precios de estos dos productos importados empiezan a ceder, la urea que es determinante en la producción de granos, ha caído 20 por ciento, celebró.
Mientras que los precios carburantes entran a la segunda semana con disminuciones significativas, esto representa un respiro para los productores del campo que dependen de los energéticos.
“No hay excusas para sembrar de aquí, hasta octubre; todo está por encima de lo normal. Es más que suficiente para sacar buenas cosechas de maíz, frijol, sorgo”. Los pronósticos también indican que la canícula o veranillo corto, será de apenas dos semanas, terminaría a inicios de agosto. “Mi mensaje es que hay que duplicar las áreas de postrera”, recomendó Cerritos.
De concretarse estos buenos pronósticos en aumento de las cosechas, se estarían reduciendo las presiones inflacionarias a finales de año, con alimentos abundantes y menores precios al consumidor final.