En el marco de la estrategia Plan Solución contra el Crimen, la Dirección Policial Anti Maras y Pandillas Contra el Crimen Organizado (DIPAMPCO) intensifica sus operaciones en la capital, enfocándose en la captura de individuos vinculados a extorsiones y delitos conexos.
Como resultado de estas acciones, equipos especiales de la DIPAMPCO lograron la captura de dos individuos en el barrio La Guadalupe, mientras realizaban el cobro de extorsiones en la zona. Este operativo fue posible gracias a labores de vigilancia, seguimiento e inteligencia.
Las investigaciones revelan que los capturados forman parte de la banda criminal.
Los Iluminati. Sin embargo, operaban como una amenaza significativa para pequeños comerciantes y trabajadores del transporte, cobrando extorsiones en nombre de hasta cinco agrupaciones criminales diferentes.
Esto generaba que algunas víctimas, como transportistas y propietarios de comercios, realizaran hasta cinco pagos distintos a los mismos extorsionadores, quienes también se hacían pasar por miembros de otras organizaciones como M1, El Mafia y Los Mares Roja.
Entre los detenidos destaca Manuel Antonio Castro Andrade, alias “El Chino”, de 36 años, quien gozaba de la medida de preliberación, misma que utilizaba para continuar cometiendo extorsiones de manera indiscriminada. Junto a él fue capturada su pareja sentimental, identificada como Ruth Yolani Barahona Zaldívar, de 34 años.
Durante la captura, las autoridades decomisaron dinero en efectivo producto de las extorsiones, un arma de fuego presuntamente vinculada a homicidios, varios teléfonos celulares, tarjetas de identidad, y SIM cards conectadas a billeteras electrónicas.
Según documentos encontrados en su poder, los detenidos manejaban múltiples cuentas electrónicas que utilizaban para recolectar grandes sumas de dinero semanalmente.
Las investigaciones detallan que, durante más de cuatro años, estas personas extorsionaron a sus víctimas mediante billeteras electrónicas, recolectando millonarias cantidades de dinero. Por su peligrosidad, se habían convertido en uno de los principales objetivos de investigación para la DIPAMPCO, que redobló esfuerzos para concretar su captura.
Actualmente, las líneas de investigación se ampliarán en conjunto con la Unidad de Delitos Contra la Vida de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI), a fin de determinar si el arma decomisada está vinculada a homicidios previos y si existen más víctimas asociadas a estos criminales.