Supuestos integrantes de la pandilla 18 que operan en el norte de la capital, torturaron y seguidamente ultimaron a un jovencito que vendía “tajaditas” a bordo de un taxi. Al hecho criminal sobrevivió el conductor de la unidad de transporte, porque se lanzó al vacío, a un barranco.
Según el sobreviviente, él y la víctima andaban vendiendo los productos comestibles en la colonia Santa Isabel, cerca de la aldea de El Lolo, en la zona norte del Distrito Central.
A las 3:30 de la tarde, cuando ambos comerciantes ya iban de salida de la conflictiva colonia, fueron interceptados por al menos cinco sujetos armados, todos presuntos miembros de la pandilla 18.
Los malvivientes forzaron a los vendedores a bajar del taxi, seguidamente los raptaron y luego los fueron a torturar a un cercano sector.
Con cuchillos, los mareros les cortaron varios dedos de las manos a las víctimas.
SE TIRÓ A BARRANCO
Cuando iban a ser ejecutados, el taxista, en un descuido de los malvivientes, logró tirarse por un barranco, salvándose de morir violentamente.
El adolescente, sin embargo, no pudo correr la misma suerte, porque se quedó estático por los nervios, relató el sobreviviente, que por ahora es atendido en un centro médico, fuertemente custodiado por la Policía Nacional.
Supuestamente, después de huir su acompañante de penurias, los antisociales le quitaron la vida al “jovencito”. Después, a bordo del mismo taxi en el que laboraba, lo fueron a tirar a un sector cercano, específicamente atrás del Instituto Luis Bográn, en Comayagüela.
El cuerpo del malogrado muchacho fue localizado a eso de las 11:00 de la noche, por parientes que lo buscaban desesperadamente, junto a agentes de la Policía Militar del Orden Público (PMOP).