Las autoridades brasileñas investigan como un “acto terrorista” el fallido ataque de un individuo, que se hizo estallar frente a la corte suprema en Brasilia y con “posibles conexiones” con la asonada de bolsonaristas del 8 de enero de 2023.
El cadáver del hombre fue retirado de la Plaza de los Tres Poderes, donde también se encuentra el palacio presidencial del Planalto y el Congreso. Su embestida no dejó otras víctimas.
La policía lo identificó como Francisco Wanderley Luiz, de 59 años, un excandidato a concejal por el Partido Liberal del expresidente ultraderechista Jair Bolsonaro en las municipales de 2020.
El ataque se produjo antes de que Brasil acoja la semana que viene en Río de Janeiro la cumbre de líderes del G20 y antes de una visita del Estado del presidente chino, Xi Jinping, a Brasilia.
La plaza de los Tres Poderes fue escenario hace menos de dos años de una asonada contra el presidente Luiz Inácio Lula da Silva por parte de bolsonaristas disconformes con la victoria electoral del izquierdista frente a su líder.
Lula aún no se pronunció sobre el suceso. El jueves recibió a varios embajadores en Planalto, que entraron por un acceso lateral en vez de la rampa principal, constató.
En un inusual mensaje conciliador, Bolsonaro llamó al “diálogo” y la “pacificación” de los brasileños.
“Hago un llamado a todas las corrientes políticas ya los líderes de las instituciones nacionales para que, en este momento de tragedia, den los pasos necesarios para avanzar en la pacificación nacional”, escribió el expresidente en la red social X.
La sociedad brasileña está muy polarizada desde antes de las presidenciales de 2022, dividida entre una izquierda detrás de Lula y una derecha conservadora que apoya a Bolsonaro.
La policía federal aseguró este jueves que investiga el ataque fallido como “un acto terrorista” y un intento de “abolición violenta del estado democrático de derecho”, hipótesis “no excluyentes”, indicó su director, Andrei Passos Rodrigues.
“No es un hecho aislado”, dijo además Passos en rueda de prensa.
Afirmó que existen indicios de una “planificación de largo plazo” y posibles “conexiones” con los episodios del 8 de enero de 2023 en Brasilia, cuando los simpatizantes bolsonaristas causaron graves daños a las sedes de poder.
– SEGUNDOS DE TERROR –
El miércoles hubo dos deflagraciones en un intervalo de pocos segundos. Primero estalló un vehículo en un estacionamiento cerca del edificio donde sesionó la Cámara de Diputados.
Después, “un ciudadano se acercó al Supremo Tribunal Federal, intentó entrar, no lo logró y ocurrió la explosión”, dijo en conferencia de prensa la gobernadora en funciones de Brasilia, Celina Leao.
En un video de las cámaras de seguridad difundidas por la televisión local, puede verse que el atacante lanzó artefactos explosivos en dirección al edificio del supremo desde la explanada contigua, mientras dos guardias de seguridad intentaban abordarlo. Luego se echó al suelo y se autodetonó.
La policía dijo que el automóvil que había explotado previamente también pertenecía a Francisco Wanderley Luiz.
“El individuo salió corriendo del interior del vehículo”, que tenía “una especie de bomba, varios explosivos fraccionados, atados con ladrillos”, detalló el sargento Rodrigo Santos.
– FABRICACIÓN “ARTESANAL” –
El atacante había llegado a la capital brasileña meses antes de su acción del miércoles y había alquilado una casa y un tráiler, donde fueron hallados más explosivos de fabricación “artesanal”.
En su residencia también se encontró un mensaje escrito alusivo a los eventos del 8 de enero de 2023.
La policía determinó que el atacante había estado en Brasilia en aquella fecha, aunque aún se investiga si participó en la asonada que la justicia brasileña investiga como un intento de golpe de Estado.
Los actos del 8 de enero de 2023 “fueron muy relevantes, muy significativos, tristes también, obviamente cambiaron todos los patrones de seguridad de todos los poderes”, dijo el miércoles el presidente del Senado, Rodrigo Pacheco.
– CONTRA EL “ENVENENAMIENTO” DE LAS REDES SOCIALES –
Entre varias investigaciones sensatas, el poderoso juez del STF Alexandre de Moraes, tildado de “dictador” por Bolsonaro, está a cargo de una por el intento de golpe.
Moraes también permaneció temporalmente suspendida este año en Brasil la red social X, del magnate Elon Musk, en represalia por la negativa de la plataforma a cumplir órdenes judiciales contra la desinformación. “Las autoridades públicas que defienden la democracia deben unirse para que haya responsabilidad, reglamentación de las redes sociales. No es posible ese envenenamiento constante” en las plataformas, dijo el jueves el magistrado al referirse al “peor ataque” contra el STF desde la asonada.