El gobierno se queda con 40 lempiras por cada galón de gasolina vendido, por lo que será imposible cumplir su promesa de eliminarlo como lo prometió en campaña el expresidente, Manuel Zelaya Rosales, cuestionó el diputado nacionalista Tomás Zambrano.
El jefe de la bancada de la principal oposición ha venido exigiéndole al gobierno que cumpla su promesa, pero muchos economistas han advertido el hueco fiscal que dejaría en el puesto si renuncia a esta recaudación.
También le han recordado que los gobiernos nacionalistas tampoco renunciaron a este tributo durante los 12 años que estuvieron en el poder.
Con todo, el congresita insistió que “la promesa de campaña de Libre y su Alianza de eliminar el impuesto a los combustibles se quedó en promesa, Honduras entera pide que cumplan lo prometido por qué sería un alivio eliminar el impuesto a los combustibles que son casi 40 lempiras por galón”.
Por ahora, el gobierno rebajó diez lempiras al galón de gasolina y congeló su precio hasta la primera semana de agosto como medida para frenar la inflación que está generando los aumentos semanales registrados desde febrero por la guerra entre Rusia y Ucrania.
A la par, también subsidia a más de 1.8 millones de hondureños que consumen menos 150 kilovatios y que su factura les sale en cero.