Con sus Dallas Mavericks al borde del abismo, Luka Doncic reconoció que su frustración con los árbitros fue un obstáculo en estas Finales de la NBA y se comprometió a cambiar en el cuarto y quizás último partido, este viernes.
Los Mavericks necesitan todo un milagro para remontar su actual desventaja de 3-0 frente a los Boston Celtics, claros dominadores de las Finales y enrachados con 10 victorias consecutivas en estos playoffs.
“Debemos regresar a divertirnos”, demandó Doncic después de una sesión de vídeo con sus compañeros.
Un día antes, el base esloveno había sido expulsado por faltas personales a falta de cuatro minutos para el final, una salida que arruinó la espectacular remontada que estaban protagonizando los Mavericks.
“Hemos hablado sobre cómo logramos recuperarnos luego de estar abajo por 21 puntos en el cuarto periodo. Nos estábamos divirtiendo, estábamos defendiendo, estábamos corriendo. Nuestro ritmo era excelente”, describió Doncic.
El esloveno, que nunca había sido expulsado en un juego de playoffs, reconoció que sus constantes protestas a los árbitros son muchas veces una distracción y un perjuicio para su equipo.
“Simplemente quiero ganar”, expuso Doncic. “Algunas veces no lo muestro de la mejor forma pero al final del día quiero ganar. Debo hacer un mejor trabajo demostrándolo de otra manera”.
En las primeras Finales de su extraordinaria carrera, Doncic luce unos promedios de 29,7 puntos, 9,0 rebotes y 6,0 asistencias compitiendo con diversos problemas físicos que requieren de inyecciones para controlar el dolor.
La fatiga y la extenuante defensa de los Celtics ha provocado que el rendimiento del esloveno decaiga dramáticamente en los últimos cuartos, en los que tiene una pobre media de 2,7 puntos con una efectividad del 20%.
“No está solo en esto”, dijo Kyrie Irving, principal escudero de Doncic. “Ha jugado lo mejor que puede pese a las circunstancias, lesiones y otras cosas”.
“Nos ha entregado todo lo que puede. No todo recae sobre él”, afirmó el base, que se rehízo el miércoles después de dos apagadas actuaciones en el arranque de la eliminatoria.
Del otro lado, los Celtics acarician ya su primer anillo desde 2008 al contar con una ventaja que ninguna franquicia ha desperdiciado en la historia de los playoffs.
Aún así, los líderes del equipo se conjuraron para no cometer excesos de confianza y asegurar cuanto antes el título.
“Incluso ahora, con un 3-0 a favor, nadie está celebrando nada”, recalcó el alero Jayson Tatum. “Hay mucho que hacer todavía”.