El presidente argentino, Javier Milei, logró su primer triunfo legislativo tras seis meses de gobierno con la aprobación de la reforma “más ambiciosa de los últimos 40 años”. Ahora, en medio de una aparente buena racha, debe lidiar con una sociedad impaciente de logros económicos.
La llamada “ley Bases” pasó con lo justo el filtro del Senado tras una maratónica sesión y aún debe ser sancionada de manera definitiva por la cámara baja. En enero, una versión de la misma ley que tenía unos 600 artículos, contra los más de 200 de la actual, había fracasado.
En la negociada y reducida reforma se incluyen privatizaciones de empresas públicas, modificaciones tributarias, desregulaciones económicas, la delegación de facultades especiales al Ejecutivo y un régimen especial para grandes inversiones.
“Es el momento más importante desde que Milei es presidente”, dijo el analista político Gustavo Córdoba a la AFP. “Encontró un círculo virtuoso de construcción de poder que le dio un resultado”, agregó.
Esto muestra que el veroborrágico mandatario, que ha insultado al Congreso y a sus integrantes llamándolos “nido de ratas” o respondido a sus decisiones diciendo que le importan “tres carajos”, comienza a “delegar en especialistas de la política la negociación”, explicó Córdoba.
En consonancia, el historiador y analista político Rosendo Fraga sostuvo en declaraciones radiales que “el gobierno se corrió del ‘todo o nada’ y eso explica por qué aceptará una ley que está por debajo de los objetivos”.
Córdoba remarcó que a partir de la victoria legislativa “nació el mileísmo”, con un gobierno que hizo “todo lo que tenía que hacer para aprobar la ley”.
– EL APREMIO POR RESULTADOS –
Del otro lado, la oposición no está consolidada y es más bien heterogénea.
“La oposición no estuvo a la altura de la construcción de poder que hizo el gobierno, y asistió a la sesión de manera improvisada”, remarcó Córdoba.
Este voto del Senado tuvo lugar en un contexto de recesión en el que la actividad industrial y el consumo se desplomaron, la mitad de la población está en la pobreza, miles han sido despedidos y salarios y jubilaciones perdieron poder adquisitivo ante un elevado índice de precios.
El gobierno puede exhibir logros en ese frente: la inflación siguió moderándose en mayo, a 4,2% mensual, la más baja en dos años y medio, pero en 12 meses continúa rozando el 280%.
En el apartado fiscal, el déficit de las cuentas públicas también está siendo contenido. De hecho, el Fondo Monetario Internacional le dio este jueves otra alegría a Milei, al aprobar la octava revisión del acuerdo crediticio y, por ende, el desembolso inmediato de unos 800 millones de dólares. Eso sí, con un llamado a “mejorar la calidad del ajuste fiscal”.
Aún con esta racha, la sociedad se muestra impaciente. El debate de la ley estuvo enmarcado por disturbios frente al Congreso que dejaron una veintena de heridos y detenidos, además de autos incendiados.
Milei proclamó en reiteradas oportunidades que la ley es clave para el despegue económico del país. Con la aprobación, esa herramienta discursiva se esfumó.
“La gente va a decir ‘bueno, ya tenés las herramientas necesarias’, entonces el tiempo que demore en mostrar resultados se le va a facturar en contra”, señaló Córdoba.
Según varias encuestas, Milei aún conserva cerca del 50% de apoyo entre la población.
Para el politólogo Iván Schuliaquer, “lo que asocia mucha gente todavía a Milei es la esperanza, la posibilidad de un futuro donde se cumpla esa promesa de que después del ajuste haya un crecimiento que muchos actores ponen en duda”.
– INVERSIONES EXTRANJERAS –
En otras palabras, el gobierno tiene ahora poco tiempo para producir cambios económicos.
En mayo, el vocero presidencial, Manuel Adorni, aseguró que el Régimen de Incentivo a Grandes Inversiones (RIGI) incluido en la “ley Bases” significa “más empleo, más empresas pagando impuestos en Argentina y el desarrollo de toda una cadena productiva”.
El controvertido incentivo a las inversiones ofrece ventajas fiscales, aduaneras y cambiarias durante 30 años a capitales extranjeros mayores a 200 millones de dólares.
Sin embargo, los resultados de esta medida no serán inmediatos, advierten los expertos, mientras que los críticos acusan al gobierno de pretender dar un cheque en blanco a capitales extranjeros.
Otro de los puntos controvertidos para la oposición es que Milei contará con facultades delegadas que le darán por un año la posibilidad de ejercer algunas de las funciones que la Constitución otorga al Poder Legislativo.