Turquía ha lanzado una operación para acabar con el grupo feminista más grande del país, We Will Stop Femicide (Pararemos los feminicidios), al que acusa de delitos contra la moralidad.
Esta plataforma ha estado documentando la violencia contra las mujeres desde 2010. Su presidenta, Fidan Ataselim, ha comunicado que la Fiscalía ha asegurado haber recibido denuncias que afirman que están intentando destruir las estructuras familiares tradicionales.
«Este es un ataque organizado contra todos los grupos democráticos en Turquía», ha alertado Ataselim, quien ha explicado que el origen de esta plataforma, así como el de muchos colectivos feministas en Turquía se dan en un contexto en el que las mujeres no están lo suficientemente protegidas por el Estado.
Esta previsto que este fin de semana se produzcan manifestaciones en una veintena de ciudades de todo el país en protesta por la denuncia presentada por la Fiscalía y que está a la espera de recibir fecha para la primera audiencia ante un juez.
Ataselim ha denunciado que esta medida es parte de los continuos esfuerzos del Gobierno conservador del presidente, Recep Tayyip Erdogan, de «intimidar» y «perseguir» a las organizaciones de derechos y de la sociedad civil en sus intentos por «polarizar y dividir» a la sociedad turca.
Ha recordado que, como parte de estas políticas de división, Erdogan ya decidió el año pasado sacar a Turquía de la Convención de Estambul sobre los derechos de las mujeres, provocando numerosas protestas dentro del país y la condena internacional.