Israel bombardeó el sábado Rafah, ciudad que considera clave en su guerra contra Hamás, pese a que la Corte Internacional de Justicia (CIJ) le ordenó la víspera suspender sus operaciones en esa zona del extremo sur de la Franja de Gaza.
Testigos y periodistas reportaron bombardeos de las tropas israelíes contra Rafah, Jan Yunis, también en el sur, y la ciudad de Gaza, en el norte.
Los ataques continúan pese a que la máxima instancia judicial de la ONU ordenó el viernes a Israel detener su operación en esta ciudad fronteriza con Egipto y cualquier otra acción que pueda provocar la “destrucción física total o parcial” del pueblo palestino en Gaza.
La CIJ también exigió la apertura del paso fronterizo entre Egipto y Gaza en Rafah, puerta de entrada de ayuda humanitaria que Israel cerró a principios de mes al iniciar sus operaciones en la ciudad.
El tribunal, cuyas decisiones son vinculantes, aunque no tenga medios para implementarlas, urgió por otro lado a Hamás a liberar inmediatamente a todos los rehenes capturados en su ataque del 7 de octubre contra Israel.
Pero ninguno de los dos bandos parece haber atendido las demandas del tribunal.
El ejército israelí anunció que varios milicianos murieron en “combates cuerpo a cuerpo” el viernes en Jabaliya, en el norte, y por “disparos de tanques” en el centro. También afirmó haber “eliminado una célula terrorista” en Rafah.
El ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, recordó a Israel que “las medidas cautelares” dictadas por la CIJ son “obligatorias”.
– “REANUDAR LAS CONVERSACIONES” –
Un alto funcionario israelí, bajo condición de anonimato, declaró el sábado a la AFP que su país tiene “la intención de reanudar las conversaciones” con el movimiento islamista palestino “esta semana”, mediadas por Estados Unidos, Catar y Egipto, en vistas a un acuerdo de tregua.
Los contactos internacionales se reanudaron en París, donde se reunieron representantes estadounidenses e israelíes, después de un estancamiento debido a la operación militar israelí en Rafah.
Medios de comunicación israelíes indicaron que el jefe del Mosad –el servicio de inteligencia–, David Barnea, acordó durante reuniones en París con el director de la CIA, William Burns, y el primer ministro catarí, Mohamed bin Abdulrahman al Thani, un nuevo marco para las conversaciones.
El jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, también habló con el ministro del gabinete de guerra israelí, Benny Gantz, sobre los nuevos esfuerzos para conseguir un alto el fuego y la reapertura del paso de Rafah lo antes posible.
El conflicto estalló el 7 de octubre, cuando comandos islamistas mataron a más de 1.170 personas, en su mayoría civiles, en el sur de Israel, según un balance, basado en datos oficiales israelíes.
Los milicianos también secuestraron a 252 personas. Israel afirma que 121 permanecen secuestradas en Gaza, de las cuales 37 habrían muerto.
En respuesta al ataque de octubre, Israel lanzó una ofensiva contra la Franja de Gaza, en la cual han muerto hasta el momento 35.903 palestinos, en su mayoría civiles, según el ministerio de Salud del gobierno de Hamás.
– “SACARLOS DEL INFIERNO” –
El sábado en Tel Aviv, miles de personas se manifestaron para reclamar una acción urgente del gobierno israelí que permita la liberación de los rehenes, después de que el ejército anunciara el viernes haber recuperado en Gaza los cuerpos de tres personas secuestradas por Hamás.
“Debemos sacarlos de este infierno ahora”, declaró Avivit, la hermana de uno de los rehenes fallecidos cuyo cuerpo fue repatriado.
Las tropas israelíes entraron en algunos sectores de la ciudad de Rafah a principios de mayo, a pesar de la oposición de la comunidad internacional, incluido su aliado estadounidense.
Los soldados tomaron la parte palestina del cruce fronterizo con Egipto, lo que ha ralentizado todavía más el suministro de ayuda humanitaria para los 2,4 millones de gazatíes.
Israel “solo escucha su ideología extremista de muerte y destrucción con el fin (…) de aumentar los destrozos”, estimó Yahya, un palestino de 34 años, en Rafah.
La situación humanitaria en el territorio es alarmante, con riesgo de hambruna, hospitales fuera de servicio y unas 800.000 personas huidas de Rafah, según la ONU.
Además, el operador palestino de telecomunicaciones Paltel indicó el sábado en X que el acceso a internet en la ciudad de Gaza y sus alrededores había sido interrumpido “debido a la actual agresión”.
Y el ejército estadounidense informó por su parte de que cuatro buques que dan soporte al puerto temporal instalado en Gaza para ingresar la ayuda humanitaria encallaron en medio de un “mar agitado”.
A pesar de ello, “el muelle sigue funcionando plenamente”, señaló el Comando Central de Estados Unidos (Centcom).
Por otra parte, los ministros de Finanzas del G7, grupo de las siete mayores economías industrializadas, pidieron a Israel que “garantice” los servicios bancarios a los bancos palestinos, después de que amenazara esta semana con negarles el acceso a su propio sistema.