El abogado derechista José Raúl Mulino ganó el domingo la presidencia de Panamá con un 34% de votos, nueve puntos arriba de su inmediato seguidor, anunció el Tribunal Electoral, escrutadas el 90% de mesas electorales.
Mulino, de 64 años y delfín del expresidente Ricardo Martinelli, dijo recibir con “responsabilidad y humildad” el resultado, en una llamada telefónica en el que el presidente del Tribunal Electoral lo proclamó ganador.
“Recibo con complacencia los resultados expresados, siendo los mismos la voluntad mayoritaria del pueblo panameño en nuestra democracia”, expresó Mulino en un hotel capitalino, en medio del júbilo de sus seguidores.
Minutos antes, el excónsul Ricardo Lombana, también abogado de centroderecha que salió en segundo lugar, reconoció su derrota. “Reconozco su triunfo y le deseo el mejor de los éxitos (…) Somos la primera fuerza de oposición”, expresó.
La elección se celebró en momentos en que Panamá sufre los embates de una arraigada corrupción, una sequía que redujo el tránsito de buques por el canal, motor de su economía, y una ola de migrantes que cruza su peligrosa selva del Darién rumbo a Estados Unidos.
Estos comicios estuvieron marcados por la influencia de Martinelli, quien designó a Mulino como su sustituto cuando fue inhabilitado como candidato por su partido Realizando Metas (RM, las mismas siglas que su nombre) tras confirmarse una condena en su contra de casi 11 años por lavado de dinero.
Tras votar, Mulino, quien fue ministro de Seguridad del gobierno de Martinelli (2009-2014), visitó a su padrino político en la embajada de Nicaragua, donde está asilado desde febrero para evitar la prisión.
La candidatura de Mulino fue avalada por la Corte Suprema de Justicia hace apenas dos días, pues había sido impugnada por no haber pasado por primarias ni tener vicepresidente en la nómina.
La elección presidencial se decide a una sola vuelta y con mayoría simple. En una jornada con una participación de más 76%, los panameños eligieron además de presidente para los próximos cinco años, 71 diputados y los gobiernos locales.
– VOTO ANTI-MARTINELLI DIVIDIDO –
Mulino figuró siempre en los sondeos muy por arriba de sus tres seguidores inmediatos, además de Lombana, el expresidente socialdemócrata Martín Torrijos (2004-2009), con 16%, y el excanciller Rómulo Roux, con un 12%. Ambos también reconocieron su derrota.
“Se autoengañaron a sí mismos”, dijo el sociólogo Danilo Toro, al señalar que los tres rivales dividieron el voto anti-Martinelli, lo que favoreció a Mulino.
Por su parte, el candidato oficialista quedó en el sótano, según el conteo parcial. El presidente Laurentino Cortizo, del mayoritario Partido Revolucionario Democrático (PRD, socialdemócrata), sale abucheado por el escandaloso pago de jugosas becas a políticos y sus familiares.
Pese a que el hartazgo por la corrupción se palpa en las calles, Martinelli, imputado también por espionaje telefónico y sobornos de la constructora brasileña Odebrecht, goza de popularidad.
“Panamá avanzó. Quien no lo acepte es muy sinvengüenza”, dijo Alberto Cedeño, empleado de la zona libre de Colón, de 41 años, al recordar el auge económico que vivió el país durante el gobierno de Martinelli (2009-2014), impulsado por grandes obras de infraestructura.
Para Lina Vega, presidenta de Transparencia Internacional en Panamá, la victoria de Mulino es un “triunfo de la impunidad”, ante la posibilidad real que ofrezca un salvoconducto al exmandatario de 74 años para que viaje a Nicaragua.
– GRIS PANORAMA ECONÓMICO –
Aunque la economía creció 7,3% en 2023, este año se desacelerará hasta los 2,5% según el FMI, golpeada por la sequía que afecta al canal y el cierre de una mina de cobre tras masivas protestas en defensa del ambiente.
Amenazando su competitividad, el canal redujo el tráfico de buques por los bajos niveles de agua; mientras que la minera canadiense, que generaba 40.000 empleos y un 5% del PIB, empezó un litigio para reclamar 20.000 millones de dólares en compensación.
Cortizo deja en herencia un déficit fiscal de 7,4%, una deuda pública de 50.000 millones y un sistema de seguridad social colapsado.
El economista Felipe Chapman estima que el próximo presidente, que lidiaría con un parlamento fragmentado, deberá tomar medidas de ajuste y luego buscar el crecimiento económico con progreso social.
En el país con uno de los mayores PIB per cápita de Latinoamérica hay comunidades sin agua potable, luz, servicios de salud y hasta de recolección de basura.
Panamá es uno de los países más desiguales del mundo, según el Banco Mundial.
Mulino, exministro de Seguridad de Martinelli con fama de autoritario, deberá también encarar la oleada migratoria que atraviesa la peligrosa selva del Darién, que prometió “cerrar”.