Estados Unidos deploró la creciente violencia de los rebeldes del M23 de la República Democrática del Congo, al advertir que los aliados de ese grupo en la vecina Ruanda deben retirar del país sus sofisticados misiles que “amenazan” vidas.
Los combates se han recrudecido en los últimos días en la ciudad de Sake, a 20 kilómetros de la capital Goma, entre el M23 (“Movimiento 23 de Marzo”) y las fuerzas gubernamentales.
“Estados Unidos condena enérgicamente el empeoramiento de la violencia (…) causado por las acciones del grupo armado M23, apoyado por Ruanda y sancionado por Estados Unidos y la ONU, incluidas sus recientes incursiones en Sake”, dijo el portavoz del Departamento de Estado, Matthew Miller, en una nota.
Washington rechazó el apoyo ruandés al M23 y pidió a Kigali que “repliegue” sus fuerzas y “retire sus sistemas de misiles tierra-aire, que amenazan la vida de civiles, fuerzas de paz de la ONU y otras regionales, entes humanitarios y vuelos comerciales”, añadió Miller.
Según los informes, decenas de soldados y civiles han muerto o han resultado heridos en los combates de los últimos 10 días.
La noche del viernes, habitantes, incluido un corresponsal de la AFP, escucharon dos fuertes explosiones en el aeropuerto de Goma, que el ejército calificó de “ataque con drones” organizado por Ruanda.
Desde finales de 2021, la provincia de Kivu del Norte está sumida en un conflicto entre el ejército congoleño aliado a grupos armados y dos compañías militares extranjeras y el M23.