La vista del juicio contra Donald Trump, que había acudido al tribunal de Manhattan para encararse con la escritora E. Jean Carroll, que le reclama 10 millones de dólares por difamación, fue suspendida por un posible caso de covid-19 de un jurado.
En víspera de las primarias del Partido Republicano en el estado de New Hampshire, en las que Trump puede recibir un espaldarazo definitivo para sus ambiciones de convertirse en el candidato del Partido Republicano a regresar a la Casa Blanca en los comicios de noviembre, el magnate había regresado a la sala después de su última aparición el pasado miércoles.
Ante la aparición de síntomas compatibles con covid-19 de uno de los miembros del jurado, y el contacto de la abogada principal de Trump, Alina Habba, con sus padres también enfermos, el juez Lewis Kaplan suspendió la vista. Todavía no está claro si el juicio se reanudará el martes, como quiere la abogada de Carroll, Roberta Kaplan, o el miércoles, como manifestó la de Trump.
El magnate de 77 años ha pedido subir al estrado para declarar contra la escritora, que en mayo del año pasado ya le ganó otro juicio por agresión sexual y difamación. Entonces, un jurado le condenó a pagarle 5 millones de dólares, resolución que Trump ha apelado.
Dada la decisión del jurado en mayo, el juez Kaplan ha determinado que Carroll no tiene que demostrar que hubo agresión sexual de nuevo.
Ahora, el magnate está siendo juzgado por unas declaraciones que hizo cuando era presidente de Estados Unidos, en 2019, a raíz de la publicación de Carroll de un libro y un artículo en una revista en los que aseguraba que en 1996 el entonces magnate inmobiliario neoyorquino la había violado en unos grandes almacenes de Nueva York.
Entonces, el republicano dijo que Carroll “no era su tipo” y que se había inventado toda la historia para “vender su nuevo libro”. También suele repetir que no la conoce.
El expresidente, que ha convertido estas citas judiciales en un show político que atrae a medios de comunicación de todo el mundo, ha tildado los numerosos procesos judiciales en los que está envuelto de “caza de brujas” y “estafa” para obstaculizar su ansiado anhelo de regresar a la Casa Blanca en los próximos comicios de noviembre.
La semana pasada, el juez instructor del juicio amenazó al republicano con impedirle el acceso a la sala si seguía haciendo comentarios despectivos audibles por el jurado.