No es la puerta de Alcalá, ni el vetusto portal de un antiguo castillo, es el portón casi caído de la emblemática edificación de la ENEE, por la parte de enfrente, que esta sostenida por sólo unos viejos mecates o sogas y que amenazan con caer sobre los transeúntes, que a diario esperan abordar las unidades de transporte urbano de la capital de Honduras.
Es lamentable que las actuales condiciones físicas del inmueble del gobierno, donde las autoridades del país y de la municipalidad por muchos años tengan en el vil abandono, olvidado y en terrible descuido estas edificaciones, convertidas en nidos de malvivientes y por si mismas constituyen bombas de tiempo y de insalubridad que pueden ocasionar terribles y lamentables daños.
Por lo expuesto, desde Periodistas HN hacemos un llamado a las autoridades competentes a rescatar estos edificios del casco histórico de la nación y sobre todo a evitar tragedias humanas en dicha zona.
(Tomado de Periodistas HN)